Antes de que a alguno se le ocurriera apelar al llamado 'espíritu de Juanito', muerto hace 24 años en un accidente de coche, su hijo abrió los ojos al personal al pedir que dejaran en paz a su padre. "Cada vez que lo mencionan para remontar, palmamos", dijo Roberto. Su mensaje llegó poco después de que el Madrid volviera al fango ante el Wolfsburgo, con ese sonrojante 2-0 que ha levantando las alarmas en el club blanco y cuya vuelta afronta el martes.

Desde que ese mensaje llegó a oídos del madridismo, nadie ha vuelto a intentar echar mano de aquel jugador cargado de una energía especial y capaz de darle la vuelta a una derrota con sus mensajes incendiarios a sus compañeros antes de salir al campo. Así llegaron las machadas ante el Derby County, Anderlecht oInter, entre otras, pero desde aquellas décadas de los 70 y los 80 ha llovido muchísimo.

En la última década, al Madrid le ha servido de muy poco apelar al 'espíritu de Juanito'. De las 15 veces que pudo hacerlo para salir del atolladero, en 14 no consiguió su propósito. Para encontrar la última remontada hay que viajar hasta el año 2002 cuando el Bayern venció 2-1 en Múnich y cayó por 2-0 en el Bernabéu, con Zidane aún como jugador del equipo blanco.

"90 MINUTI LONGOS"

No hubo espíritu posible que salvara al Madrid en las ocho últimas eliminatorias de Champions, en las que el Madrid se vio obligado a remontar tras perder en la ida. Entonces, aquella frase de Juanito tras caer ante el Inter se volvió en su contra. "90 minuti en el Bernabeu son molto longos", dijo el genial futbolista malagueño. Ni en el Bernabéu ni fuera de él conseguiría el conjunto blanco devolver a la realidad lo que ya se conoce como el mito de las remontadas.

El año en el que Florentino decidió dar la espantada de la presidencia, el 2006, por "haber acostumbrado mal a los jugadores", los futbolistas del Madrid perdían en octavos de final 0-1 en casa ante el Arsenal y empataban a cero en Londres. Era la primera caída de una amplia lista. Unos días antes del adiós de Pérez, que se produjo el 27 de febrero, el Madrid también se la pegó en la Copacon aquel estruendoso 6-1 en La Romareda.

A Iker Casillas no se le ocurrió otra cosa que movilizar a todos los duendes del madridismo, Juanito incluido. No dio resultado porque el equipo blanco se quedó a un gol de la remontada. Necesitaba cinco tantos y se quedó en cuatro. Pese a lo fatídico del experimento, hubo quien mantuvo su fe en los espíritus, que no funcionaron en las siguientes eliminatorias de Champions.

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AQUEL 'MOU' DESATADO

No surtió efecto en la ronda de octavos en la temporada 2007-2008, el Roma superó al Madrid en Olímpico (2-1) y también en la vuelta en el Bernabéu por ese mismo resultado. Más sonora fue la eliminación, también en octavos, ante el Liverpool, con Vicente Boluda de presidente de las huestes blancas. El equipo inglés, dirigido por un tal Rafa Benítez, ganó 0-1 en el Bernabéu. Inmediatamente, el nuevo presidente, que sustituyó a Ramón Calderón, dijo aquello de "la vuelta va a ser un chorreo aunque hayamos perdido en casa". Lo fue, pero para el equipo de Anfield, que le endosó un histórico 4-0 al Madrid.

La siguiente temporada tampoco hubo espíritus en Gerland, donde el Madrid no pasó del empate ante el Olympique de Lyón tras el 0-1 del Bernabéu. Otra vez a la calle. Tampoco las semifinales dejaron huella alguna del mítico Juanito. El Barcelona asaltó el Bernabéu (0-2), con aquel Mourinho desatado y clamando a todos los espíritus para enterrar a la UEFA y sus designaciones arbitrales. "¿Por qué, por qué?", se preguntaba el técnico portugués. La respuesta llegó en el choque de vuelta con el 1-1 y la eliminación de su equipo.

'Mou' seguía alardeando de que con él el Madrid siempre llegaba a semifinales, aunque bien es cierto que de ahí no pasaba. Volvió a demostrarlo ante el Bayern de Múnich al caer en la ida por 2-1. La vuelta la tenía solventada al cuarto de hora con dos tantos, pero metió al equipo en la cueva de su área y lo pagó: 2-1, prórroga y aquel penalti de Ramos al limbo, que sirvió para el cachondeo en las redes sociales. La última vez que los espíritus se equivocaron fue la pasada campaña. Apelaron al de Juanito una vez más y surgió Morata. La Juventus ganó 2-1 en Delle Alpi y el delantero del Madrid marcó el empate y apartó al equipo de Ancelotti de la final. Ahora, Zidane mantiene que ante el Wolfsburgo lo que hay que hacer es "jugar al fútbol y dejarse de otras cosas".