Falta menos de una semana para el fin del mercado invernal (el plazo para cerrar operaciones expira el 31 de enero) y en las oficinas del Barcelona una carpeta permanece abierta. Es la que corresponde a Denis Suárez, un futbolista cuya salida del Barcelona este mismo mes se daba prácticamente por hecha, pero a quien no satisface ninguna de las propuestas para cambiar de aires que el club le ha puesto sobre la mesa, lo que ha derivado en un pulso que amenaza con enrarecer el ambiente en el vestuario e incomoda a Ernesto Valverde.

Descontento con los pocos minutos de juego que está teniendo esta temporada, el exjugador del Villarreal comunicó al técnico su deseo de marcharse y pidió a los responsables del área deportiva que escucharan posibles ofertas. Entre los equipos que han mostrado interés en hacerse con sus servicios, la opción preferida del gallego es el Arsenal de Emery, pero el club londinense no está en condiciones de afrontar ahora el pago de un traspaso y solo se plantea una cesión.

Sucede que Denis, que acaba de cumplir 25 años, tiene contrato con el Barça hasta el verano del 2020. El club azulgrana aspira a sacar por su venta unos 20 millones de euros, pero entiende que si deja pasar estos seis meses sin atar una operación, las opciones de obtener esa cantidad se verán reducidas. De modo que ha planteado tres posibles vías para deshacer el entuerto. La primera pasa por incluir en el acuerdo de cesión al Arsenal una cláusula de compra obligatoria, condición que hasta ahora los gunners han rechazado. Otra posibilidad es hacer que el jugador acepte prolongar su contrato con el Barça, lo que reforzaría la posición azulgrana a la hora de negociar la venta más adelante. Pero Denis exige un aumento de la ficha y el club le ofrece una renovación a la baja. La tercera opción consiste en valorar alguna de las otras ofertas que han llegado por el centrocampista, Betis y Sevilla. Ambos clubs están dispuestos a pagar entre 15 y 20 millones, pero el jugador no quiere dar el paso y prefiere esperar al Arsenal.

Otra operación de castigo

Así las cosas, desde las altas esferas del Camp Nou se ha sugerido la conveniencia de repetir la operación de castigo que se llevó a cabo con Munir y dejar a Denis sin jugar mientras no se avenga a aceptar alguna de las fórmulas. De hecho, el gallego ha quedado fuera de las dos últimas convocatorias de Valverde y en los últimos cuatro partidos de Liga no ha jugado ni un minuto. Pero al entrenador, que no quedó nada satisfecho con el modo en que se gestionó la salida de Munir, le desagrada profundamente la perspectiva de tener a un miembro de la plantilla apartado del equipo en el tramo más importante de la temporada y, por ello, ha instado a las dos partes a hallar una solución. Cuentan con seis días para hacerlo.