Es todo pasión. Astuto, futbolero, leal a su gente y un estudioso del fútbol. Cuando era jugador aunaba talento y raza... y era muy difícil pillarle en un renuncio. ¡De los que se las sabían todas, vaya! Con 13 temporadas en el CD Castellón, club en el que se formó como futbolista y persona, pasando tres campañas por el primer equipo en Segunda División B, Héctor Mohedo vive ahora el sueño de todo albinegro de cuna: formar parte del cuerpo técnico del club de la capital de la Plana.

Con 11 temporadas de experiencia en Tercera División como jugador (Castellón B y CD Onda) y sus años finales en Prferente (UD Vall de Uxó, Catí, Almazora, Vinaròs, Segorbe y Burruana) con ascensos y varios play-offs, Héctor Mohedo (Castellón, 38 años) es la mano derecha de Sergi Escobar, siendo pieza importante en su cuerpo técnico como segundo entrenador y responsable de la estrategia y análisis de los rivales.

Como orellut que es, se siente orgulloso y privilegiado de formar parte de una estructura que está trabajando a sol y a sombra por lograr el gran objetivo de todo el albinegrismo: el ascenso.

—Estaban haciendo una gran temporada en el B. ¿Les sorprendió que les propusieran el primer equipo? ¿Les costó decidirse?

—Para nada. Cuando nos propusieron dirigir al primer equipo ni nos lo pensamos. No dudamos ni un instante. Somos ambiciosos y nos sentíamos capacitados... Además, era nuestra ilusión.

—El club fue valiente...

—Sí. La directiva venía observando nuestro trabajo en el Amateur y se decantó por dar el paso. Hay que reconocer que el club hizo una apuesta arriesgada por nosotros y queremos agradecérselo y brindarle el ascenso. Pero no solo a ellos, sino a toda la afición que tanto nos está apoyando día a día.

—¿Tanta ilusión les hace?

—Ni se lo imagina. Todos somos albinegros hasta la médula en el cuerpo técnico y estar donde estamos nos motiva y enorgullece. No todo el mundo puede decir que ha entrenado al Castellón.

—¿Es el ideólogo de la estrategia?

—No será para tanto. Cierto es que es mi parcela, pero siempre consensuado con Sergi. Además, me dedico a analizar a los rivales y en el día a día nos coordinamos el míster, Sergi López (preparador físico) y yo para repartir las tareas para trabajar durante la semana de cómo combatir las virtudes de los rivales.

—¿En qué ha cambiado pasar del B al primer equipo?

—¡Buff! En mucho. Ahora cada día te llevas faena a casa. El cuerpo técnico también hemos hecho una gran apuesta, sacrificando tiempo y otras cosas, y todo se hace por el Castellón. Además, esto es una estructura profesional y estás todo el día pensando en fútbol. Es dificultoso, pero a la vez muy gratificante.

—Pero bueno, las cosa marcha.

—Sí, la verdad. Tenemos el respaldo de la directiva y los jugadores están muy implicados. Son muy profesionales. Han que darle un 10 a los chavales. Y los resultados a la vista están. Estamos logrando unos números muy difíciles para una categoría como la Tercera.

—¿Cuál es el secreto del cuerpo técnico... y qué objetivo tienen?

—Nuestro secreto es que todo el cuerpo técnico vamos a una. Aquí todos somos una piña. No hay unos que son más que otros. Trabajamos en equipo e intentamos coordinarnos a la perfección. Por echarle horas no será. Y en cuanto al objetivo, somos ambiciosos. Si hace tres meses el objetivo era meternos en el play-off, estando líderes, ahora el reto es finalizar primeros y ascender.