Montesinos ha logrado desenmarañar la madeja en la que estaba enredado el CD Castellón para soltarse la soga que le apretaba por la deuda con Hacienda que paralizaba las cuentas del club. El primer paso era que la Agencia Tributaria fijara el montante total de los números rojos, una vez que ya había efectuado varios embargos bancarios. El siguiente era pactar con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que abonará a Hacienda las ayudas que le correspondían al CD Castellón por diferentes conceptos y que ascienden a 168.430 euros.

La RFEF mantenía en cuarentena el pago de diferentes subvenciones al club albinegro que se desglosaban de la siguente forma: 23.000 correspondientes a la Copa del Rey, 7.000 en desplazamientos, 26.410 de arbitrajes, 40.000 del fútbol base, 12.020 por ser semifinalista de la Copa Federación y 60.000 del proyecto Impulso23 a los clubs de Segunda B y Tercera División.

ATADO POR LA DEUDA

El Castellón no podía cobrar de la FEF porque no se hallaba al corriente de Hacienda y no podía abonar la deuda porque no cobraba, algo así como la pescadilla que se muerde la cola. Por ello, era necesaria una demostración de buenas intenciones del presidente albinegro con la Agencia Tributaria con dinero por delante.

El pacto no escrito era desembolsar la diferencia de lo adeudado con la subvención de la FEF en efectivo. Montesinos ya cumplió esa parte del trato y con ello logró que el informe fuera positivo y el organismo federativo diera por resuelto el requisito que le impedía liquidar las subvenciones pendientes.

ACUERDO CON LA FEDERACIÓN

El único paso que resta, después del acuerdo entre las partes, es que la Federación Española de Fútbol (FEF) reciba el requerimiento de pago correspondiente al embargo y se liquide toda la deuda con la AET. El CD Castellón técnicamente ya está liberado, aunque todavía resta el requisito legal de recibir el documento que acredita a la entidad albinegra como que está al corriente de pagos con la Hacienda pública.

Ahora, el gran problema de Vicente Montesinos será gestionar el pasivo generado por la entidad albinegra durante la presente temporada y que en la última asamblea de accionistas ya había cifrado en 600.000 euros, con algunas variables que podrían hacer más grande esta cifra y que la actual coyuntura de alarma sanitaria no ayuda a que pueda ser menor; todo lo contrario, vaticina más números rojos.