Morata libró al Madrid de pegársela contra un Athletic con apariencia de víctima propiciatoria pero que sacó a la luz los graves defectos que arrastra el equipo blanco, que curiosamente es el nuevo líder en solitario. Grietas conceptuales que impidieron a los de Zidane resolver el problema en que le metió el equipo vasco con una alineación de circunstancias antes de que apareciera el exjugador de la Juventus para decidir el choque.

Puso en juego el técnico blanco la misma formación que goleó al Betis en el Villamarín, con Kovacic al lado de Kroos para evitar que el equipo se partiera tanto como ante el Legia, y el Madrid se puso a pensar que lo más lógico era que a un Athletic tan descolorido en teoría por la lesiones le cayera otra tunda.

Pensamiento reforzado cuando a los siete minutos Benzema embocó desde cerca a pase de Marcelo, que aprovechó que Saborit se pasó de frenada después de ganarle posición para asistir al delantero francés.

PRESIÓN ROJIBLANCA / El gol redujo la intensidad con que el conjunto vasco entró en el choque, hasta el punto de estar cerca de sorprender a Navas tras una pérdida madridista en el centro provocada por la presión visitante, que dio paso a un contraataque finalizado por Williams.

No aprovechó el tirón el Madrid, pese a los esfuerzos de Kroos, Benzema y Marcelo por darle ritmo y profundidad al equipo y el Athletic pudo recomponerse para refrescar ideas y ver la manera de hacer daño. El que más frescas las tuvo fue Lekue, empeñado en dejar mal al lateral brasileño del Madrid y en abrir a Merino las puertas del gol del empate. En su primera conexión, el delantero lanzó alto por poco. En la segunda, acertó con la derecha después de la falta de decisión para corregir de Carvajal y Pepe, que despejó de mala manera y acabó convertido en el asistente del rojiblanco (m. 27).

Nuevo e inesperado escenario para un Madrid nada despierto, que pese a todo pudo encontrar salidas antes del descanso con un par de carreras de Bale y Cristiano, tan desafortunado como en los últimos tiempos.

Al cuadro madridista le sobrevino de nuevo la pájara tras el descanso y Williams pudo adelantar al Athletic. Con los nervios a flor de piel, el Madrid se lanzó atropellado en busca del rival, pero la ofuscación de los atacantes blancos no encontró remedio. Sobre todo la de Ronaldo. También la de Bale. Y tuvo que ser uno de la casa, Morata, quien sentenciara a falta de seis minutos, dando el liderato al Madrid. H