Los Mossos dEsquadra mantienen que el clásico entre el Barça y el Real Madrid podrá disputarse con normalidad el próximo miércoles 18 de diciembre. Fuentes policiales afirman que el objetivo del dispositivo se centrará en resolver el aspecto más delicado: asegurar la llegada de los jugadores de ambos cuadros y del equipo arbitral al estadio.

Para lograrlo habrá un despliegue policial que conducirá el autobús de la expedición blanca y que blindará el trayecto desde el hotel Sofía hasta el Camp Nou, un recorrido corto. El Barça, por su parte, puede decidir cómo decide garantizar la llegada de sus jugadores. Podría convocarlos horas antes del encuentro, haciendo que ya coman en las instalaciones, o citarlos en algún lugar cercano al Sofía y que lleguen también en autobús, como el Real Madrid, una decisión que todavía no está tomada.

Para la policía catalana esa es la parte más complicada del dispositivo, que también estará pendiente de que los aficionados puedan acceder a sus localidades y de que las previsibles manifestaciones, incluso si existen algunas de signo contrario, no colisionen.

Plan desconocido

El plan de Tsunami Democràtic sigue siendo una incógnita para los Mossos aunque la cúpula descarta que pueda incluir una invasión del terreno de juego por razones lógicas: pisar el césped puede acarrear sanciones de 6.000 euros y la pérdida del carnet de socio por parte del infractor.

Las pancartas que los socios quieran introducir en el Camp Nou pasarán un filtro en la seguridad privada del estadio. Será el club, en cumplimiento de la ley del deporte, quien decida cuáles pueden entrar y cuáles se quedan fuera.

Los Mossos han preparado un dispositivo exterior parecido al de cada partido de máximo riesgo que se ha celebrado en los últimos años bajo la amenaza yihadista, que sigue siendo de nivel 4 sobre 5. En el interior del campo, el control pertenece a la seguridad privada del club, que para este partido contará con el apoyo de unidades antidisturbios y de seguridad ciudadana de los Mossos.

Según estas fuentes, la policía catalana no se ha planteado solicitar que se traslade a otro estadio sino que se focaliza en que puede jugarse en el Camp Nou.