José Mourinho hizo un análisis similar a los que suele hacer cuando su equipo pierde, se trate del Madrid, del Chelsea o del Manchester United. La derrota en el derbi frente al City se debió al bajo nivel mostrado por algunos de sus futbolistas en el primer tiempo y a los errores del árbitro, a quien le censuró no haber pitado dos penaltis a favor del United y no haber expulsado a Claudio Bravo.

Mourinho asumió una parte de culpa. La que le corresponde como máximo responsable del equipo al decidir la alineación que opuso ante el City. "Soy el entrenador y es mi responsabilidad", dijo, tras haber deslizado que "a veces los jugadores te decepcionan y a veces te dan grandes sorpresas".

UN RIVAL DEFENSIVO

La lectura del técnico portugués consistió en señalar a varios de sus hombres -no dio nombres, pero sustituyó a Mkhitaryan y Lingard en el descanso-, para justificar la superioridad del City en el primer tiempo. "Algunos jugadores no han estado a su nivel habitual en concentración, en habilidad, en agresividad, y el equipo lo pagó", explicó.

"El segundo tiempo fue completamente distinto, tuvimos el control, fuimos más peligrosos y tuvimos ocasiones para empatar", observó Mourinho, que reconoció, a raíz de una pregunta sobre la alineación, haberse equivocado "en la elección" de los futbolistas. "Si hubiera sabido lo que iba a pasar, no habría esogido lo que escogí esa elección. Algunos jugadores no me dieron lo que quería. Es su culpa y mi culpa porque yo fui quien los elegí".

DECEPCIONADO "CON MARK"

En la 'reelección' durante el descanso, Mourinho se apuntó el tanto de que el United mejorara y conquistara el control del juego ante "un rival que se defendía y espraba su oportunidad al contrataque". El técnico dijo estar decepcionado con el resultado final (1-2) y "con Mark". 'Mark' es Mark Clattenburg, el árbitro del partido, el juez de la últimas finales de la Champions y la Eurocopa.

Mourinho vio dos penaltis que el colegiado no pitó. Uno de Bravo a Rooney en una pugna por un balón, que merecía incluso la expulsión del meta chileno, a su juicio, y otras por unas manos de Otamendien un centro. "Incluso el mejor árbitro puede cometer errores y hoy cometió uno de muy grande".