Hay días en ciclismo en el que al acabar la etapa se piensa que las cosas podían haber sido de otra manera. ¿Qué habría pasado, por ejemplo, en el Mundial de Florencia si Purito Rodríguez y Alejandro Valverde se hubieran coordinado mejor? Y ¿qué podría haber ocurrido este miércoles en el Giro si la fuga con Vincenzo Nibali y Valverde, en la que también iba Esteban Chaves, hubiese tenido continuidad? Pues probablemente que ni Diego Ulissi habría ganado la 11ª etapa ni Bob Jungels se hubiera exhibido como ‘maglia rosa’ demostrando que tiene unas piernas de oro con solo 23 años.

Ya nadie puede tener dudas de que el Movistar es el equipo más fuerte de este Giro, si bien es cierto que en esta etapa una caída masiva perjudicó a buena parte de los domésticos de Nibali. Valverde nunca está solo. Estará vigilado por todos sus rivales, porque lo temen y saben que quizás ahora es el más fuerte de la carrera, y hasta puede ser que, pensando en la clasificación final, ganar etapas, y hasta conceder unos segundos de gloria a Jungels, sea ahora un factor secundario. Si se piensa en Turín, si se considera que lo más importante comienza el viernes con la llegada de la alta montaña de verdad, todo lo que pase antes solo sirve para dar una alegría a la galería, y hasta puede que el Movistar sepa que ni Jungels, ni Andrey Amador (segundo en la meta de Asolo y que deberá trabajar para Valverde en los momentos claves) no van a ganar el Giro.

Sin embargo, la táctica empleada por los corredores del Movistar en la última fase de la 11ª etapa tuvo, cuanto menos, una lectura complicada, como la del libro que precisa la ayuda del diccionario para acabar de comprender lo que quiere decir el autor. ¿No era el más beneficiado Valverde en el demarraje protagonizado por Nibali en el descenso de Forcella Mostaccin? El corredor murciano era el mejor de la general y si se daba el caso que la fuga prosperaba y llegaban a meta hasta podía tener la recompensa de la ‘maglia rosa’.

ATAQUE DE AMADOR

Y en esa última fase, cuando el trío Nibali-Valverde-Chaves fue neutralizado se produjo el inmediato ataque de Amador y la respuesta al unísono de Jungels; el primero y el segundo de la general fugados, casi nunca con más de 10 segundos de diferencia a un pequeño pelotón en el que se sobresalían los corredores del Movistar. Si Amador no sacaba beneficio de la escapada, ¿no habría sido mejor neutralizarla? ¿No habría sido más oportuno cuando a cinco kilómetros, en un repecho, aceleró Ulissi ir a por él en grupo, en vez de hacerlo Carlos Betancur en solitario y aprovechar para capturar al dúo de cabeza?

Todo ello son preguntas sin respuesta, en una etapa con fases brillantes, con final alocado pero que al menos sirvió para demostrar que, pese a las dudas por el desenlace del día y por buscar un resultado diferente que nunca llegará, Valverde y su equipo son los más fuertes del Giro.