El Barcelona, no sin apuros, continúa adelante en la Copa del Rey. El Athletic vendió cara su eliminación y mantuvo sus opciones hasta el final. Luis Suárez y Neymar (de penalti) pusieron el 2-0, pero el tanto de Saborit devolvió la paridad al interesante y caliente cruce. Por tercer partido seguido, un golazo de falta de Messi valió su peso en oro (3-1).

Luis Enrique y Valverde sorprendieron de salida. El técnico azulgrana siguió relegando a Rakitic para alinear a Rafinha, en tanto que el ya recuperado Cillessen tomaba el testigo de Ter Stegen bajo palos. El entrenador rojiblanco sentó a Aduriz, apostando por un once marca de la casa: 10 jugadores salidos de Lezama.

El Barça continuó acusando los problemas de falta de eficacia que le llevaron a perder el primer asalto (el Athletic acabó con nueve) o a empatar el domingo a última hora en Vila-real. Con todo, el 1-0 con el que llegó al descanso pero, sobre todo, el 2-0 en el arranque de la segunda parte le daban el poso suficiente para no terminar sufriendo.

Sin embargo, otro despiste defensivo permitió al catalán Saborit (nacido en la Ciudad Condal, para más señas) llevar la eliminatoria a otra dimensión. Los vizcaínos marcaron en su única ocasión en toda la noche; es más, fue su único tiro entre palos.

Como a este Barça está lejos de su mejor versión, a pesar de que estaba siendo claramente superior, le entró cierta congoja. Sin embargo, Messi, a balón parado, le sacó otra vez del atolladero.

El Athletic estuvo cerca de pasar, más por las oportunidades que los locales iban desperdiciando que por su propia capacidad de crear peligro. Sin embargo, el KO no le resta orgullo y la satisfacción de haber hecho sudar de lo lindo a los azulgrana.