El destino tenía preparado un mazazo final para los Juegos Paralímpicos. Cuando todo era alegría en Río por haber logrado que la competición fuera un éxito, tanto en lo deportivo como en las gradas, a pocas horas de la clausura, la muerte de un ciclista iraní tiñó de luto unos Juegos que jamás habían vivido una situación así. Bahman Golbarnezhad, de 48 años, falleció en la madrugada del domingo, en la penúltima jornada de competición, a causa de un paro cardiaco como consecuencia de la caída que sufrió durante la prueba de ciclismo en carretera de la categoría C4-C5, para atletas con ligeras deficiencias físicas o mentales. “Es nuestra peor pesadilla”, dijo Craig Spence, portavoz del Comité Paralímpico Internacional.

La caída tuvo lugar “en un tramo montañoso” de la zona de Grumari, en un circuito que en los Juegos Olímpicos ya se demostró peligroso, con muchas caídas, entre ellas la del italiano Vicenzo Nibali y el colombiano Sergio Henao, que les costó la medalla, y sobre todo la de la holandesa Annemiek van Vleuten, por cuya vida se llegó a temer. Ya se han levantado voces sobre si el circuito era el indicado para determinadas categorías paralímpicas.

Golbarnezhad perdió el control de la bicicleta, “chocó con una barreras en una curva y salió despedido a la cuneta”, explicó Mario Andrada, portavoz de Río-2016, que confirmó que se trata de la primera muerte en competición en la historia de los Paralímpicos. Estaba previsto que anoche se guaradara un minuto de silencio en la ceremonia de clausura.

Estos Paralímpicos se cierran con un medallero ampliamente dominado por China. Tanto, que ha despertado recelos por un posible dopaje de Estado similar al que supuso el veto a la delegación rusa. España, por su parte, cerró la competición con menos medallas que en Londres (31 ahora, por 42 en el 2012), pero un oro más (9) y un ascenso hasta el 11º puesto en el medallero.

En el rush final español destacaron la plata en baloncesto masculino en silla de ruedas, pese a la derrota contra EEUU en la final (52-68), y una extraordinaria actuación en maratón. La catalana Elena Congost, discapacitada visual, se llevó el oro con su mejor marca (3.01.43). Teresa Perales, que no pudo sumar las seis medallas con las que habría igualado las 28 de Phelps, se fue con una plata en los 100 metros libre. H