Garbiñe Muguruza hizo sonar ayer de nuevo el himno español en París. Como lo ha hecho ya hasta en nueve ocasiones Nadal, la joven tenista de apenas 22 años asaltó la capital francesa para acabar llorando sobre su tierra batida y sumar su primera victoria en un Grand Slam.

Venciendo con claridad a la estadounidense Serena Williams, que perseguía su vigésimo segundo grande, por 7-5 y 6-4 en 1 hora y 43 minutos y demostrando que su cuarta posición en el ránking mundial se le queda más que corta una vez se ha convertido en la segunda española que gana el Roland Garros 18 años después del último de los tres triunfos de Arantxa Sánchez Vicario.

“Este es nuestro torneo, de España, Rafa (Nadal) es el campeón y una victoria aquí es lo máximo”, aseguró la campeona del torneo desde la pista en su primera reacción tras lograr el triunfo en la quinta bola de partido, un final bastante extraño porque fue un globo defensivo que Williams dio por malo pero que cayó en la línea de fondo.

Muguruza, superior en casi todas las parcelas del juego, destronó así a la menor de las Williams, que buscaba en París levantar su título 22 en un grande e igualar de esta forma la marca histórica de la alemana Steffi Graf. H