El día en que Joseba Muguruza debutó en Castalia, en el duelo copero contra el Conquense, perdió los dos primeros balones. No mejoró mucho el resto del partido, ni tampoco convenció en sus posteriores apariciones. Primera vez que salía de casa, sin su familia ni amigos, se convirtió en el último refuerzo de verano, ocupando la ficha de Juanjo Gracia, que pasó de titular en la primera jornada, a tener que buscarse equipo pocos días después. Además, un infundado rumor sobre una salida nocturna en la víspera de un partido, justo cuando su novia acababa de llegar para hacerle más llevadera su adaptación a un nuevo hábitat, hizo mella también en el alicaído ánimo del guipuzcoano, mientras trataba de ponerse en forma a marchas forzadas, tras un verano sin una pretemporada al uso.

EL GOLAZO AL ALCOYANO // Pero hete aquí que no se vino abajo. Perseveró y su golazo al Alcoyano, el mejor de aquella jornada en Segunda B de finales de noviembre por votación popular, se llevó, como si fuera una tormenta, todos los malos augurios. Ahora, nadie le discute un titularidad; y si le echa de menos, como ha sucedido en las últimas jornadas debido a las sanciones (no estuvo frente al Olot, por las dos tarjetas que vio, en los minutos finales, frente al Hércules). Una penitencia que cumplió con creces frente al Alcoyano, cuando colocó el balón en la cabeza de Jairo Cárcaba para, en los estertores de la batalla de El Collao, evitar entre los dos la derrota y mantener con un hilo de vida al Castellón, a cinco jornadas del final.

Tal es el rol de Muguruza, que se puede decir que es el mayor influencer, ofensivamente hablando, del Castellón. No en vano, a sus dos goles (el ya citado y el penalti que transformó en Cornellà, en el descuento, para el 2-2), además de seis asistencias. Como la del pasado domingo a Cárcaba, o las dos anteriores a César Díaz, en el 1-1 frente al Hércules o el 0-1 en Lleida, por ejemplo.

ROZANDO EL 30% // Es decir, que ha participado, de forma directa, en 8 de los 28 goles del equipo. Casi un 30%, lo cual es una barbaridad al no tratarse ni de un delantero ni de un jugador que viva cerca del área rival. Es más, vino como extremo y brilla como lateral profundo, ya sea en una zaga con tres centrales o la clásica con dos y otros tantos carrileros.

Muguruza ya no mira atrás, sino adelante. A la cita del domingo (19.30 horas) en Castalia, frente al Ejea. Otro duelo contra un rival directo. Otra final más. «Jugamos en casa y estamos mentalizados, el equipo sigue a muerte hasta el final», señala el de Deba, optimista a tenor de la siguiente afirmación: «Estamos mentalizados en ganar los cinco partidos». Es decir, los mismos que han ganado en los 33 disputados...

«Necesitamos ganar este domingo para verlo todo más fácil. Si lo hacemos, el siguiente lo haremos también, aunque sea fuera [Sabadell], porque esa motivación y los ánimos ayudan mucho», reseña el guipuzcoano, que se siente en deuda con la afición: «Ellos nunca nos han fallado y tenemos que trabajar al máximo para devolverles la alegría y poder mantenernos en la categoría».