La puesta en escena de Carla Suárez y de Garbiñe Muguruza en el Mutua Madrid Open ha resultado un cara y cruz para ellas, con rotundo triunfo de la primera y frustrante para la nacida en Caracas. Si Carla se deshizo de la griega Maria Sakkari, que el sábado ganó el título en Rabat, por 6-3 y 6-3 en una hora y 18 minutos, Muguruza volvió a defraudar al ceder ante la croata Petra Martic, por 7-5 y 7-6 (2) en una hora y 55 minutos.

La canaria había deseado en la previa que su juego fuese similar al que desplegó recientemente en la eliminatoria por el ascenso al Grupo Mundial contra Bélgica en Cortrique, y al menos en su primer partido en Madrid lo ha conseguido. Ahora se medirá con la eslovaca Victoria Kuzmova, que derrotó a la alemana Julia Goerges, 16ª favorita, por 7-5 y 6-4.

Pero Muguruza sigue peleada con un torneo que desea ganar pero que se le atraganta. La presión de quedar bien ante su público y de demostrar que su tenis es capaz de llevarle hasta las rondas finales, parece contraer su brazo. Esta vez fue Martic, 36 del mundo, en forma tras ganar el torneo de Estambul y ser semifinalista en Charleston, pero también los 41 errores no forzados que Garbiñe cometió para hacer que el partido se le fuera de las manos.

UN TORNEO MALDITO

Nunca ha tenido suerte la campeona de Wimbledon y de Roland Garros en Madrid, donde cedió en 2012 en primera ronda ante la china Na Li; en 2014, en la segunda, contra la australiana Samantha Stosur; al año siguiente, también en segunda, contra la rusa Svetlana Kuznetsova; en 2016 contra la rumana Irina Camelia Begu, también en segunda, y en 2017 ante la suiza Timea Bacsinszky de nuevo en primera instancia. El año pasado, la rusa Daria Kastkina fue su verdugo, pero ya en octavos de final, su mejor actuación individual, porque hace cinco años alcanzó la final de dobles con Carla.

Garbiñe se presentaba en Madrid con dudas, ya que después de su triunfo en el torneo de Monterrey, participó en la eliminatoria de Copa Federación contra Bélgica sin poder ganar ningún partido individual, aunque si colaboró con Carla en el triunfo final del doble. Luego se dio de baja en el torneo de Stuttgart, debido a un virus gastrointestinal.

"Creo que ha sido un partido bueno, las dos estábamos jugando bien y he tenido muchas oportunidades en ambos sets. Tengo que ser más inteligente jugando, he tenido un pequeño fallo, y ella se ha aprovechado y le ha dado la vuelta", resumió la española que admitió que se marchaba triste, aunque con ánimos de mejorar.

"Me rompe, porque pensaba avanzar más aquí, está claro", dijo sobre su estado de ánimo. "Es mi primer partido en tierra y me quedaré con eso. Seguiré entrenando y que me sirva para Roma y luego Roland Garros. Es solo un torneo, es muy importante pero no deja de ser un torneo, y por suerte la semana que viene tengo otro. Miraré el partido y veré qué puedo hacer mejor".

SORRIBES TUMBA A ARRUABARRENA

Cuatro eran las jugadoras españolas que salían de inicio en el cuadro principal y de ellas solo quedan dos, Carla y Sara Sorribes, que derrotó a Lara Arruabarrena, por 6-4, 3-6 y 6-1, una victoria que le lleva a enfrentarse contra la japonesa Naomi Osaka, número uno del mundo, en segunda ronda. Osaka abrió el torneo con una trabajada victoria ante la eslovaca Dominica Cibulkova por 6-2 y 7-6 (6) en una hora y 55 minutos.

A la espera del debut de los jugadores españoles cuya clasificación les permite debutar en el cuadro principal, Albert Ramos incluyó su nombre en esta nómina, que finalmente será de ocho, al vencer en el último partido de la fase previa al noruego Casper Ruud, por 2-6, 7-6 (3) y 6-1, y unirse al grupo. Por contra, Roberto Carballés sucumbió en esa instancia final contra el polaco Hubert Hurkacz, por 6-4 y 6-4.