No pudo ser. El tenis español no podrá disfrutar de una final masculina en el Abierto de Estados Unidos. Rafael Nadal, cabeza de serie número uno, se clasificó a lo grande tras una espectacular semifinal con el argentino Juan Martín Del Potro, pero su rival no será Pablo Carreño, sino el surafricano Kevin Anderson, vigésimo octavo preclasificado, verdugo de su compatriota.

A sus 31 años, Anderson consigue el sueño de disputar su primera final de un Grand Slam, aunque para lograrlo tuviese que eliminar por 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4 al joven gijonés de 26 años, que también hizo historia personal al llegar por primera vez a una semifinal del Abierto de Estados Unidos y de un torneo de Grand Slam, lo que le garantiza que a partir de mañana estará en el Top-10 mundial.

LA cuarta final / Para Nadal será su cuarta final en Flushing Meadows (22.00 horas, Eurosport 1), en busca de su tercer título de campeón --ganó en el 2010 y el 2013-- y el decimosexto de Grand Slam, tras dejar en el camino nada menos que a Del Potro. Le derrotó la pasada madrugada por 4-6, 6-0, 6-3 y 6-2 en dos horas y 30 minutos de acción con su mejor tenis, tanto en estrategia, golpes plenos de seguridad y magia, y sobre todo de un dominio completo en cada una de las facetas del juego al que Del Potro, su verdugo en la semifinal del 2009, no tuvo respuesta desde el segundo set.

Las estadísticas no dejan ninguna duda del favoritismo de Nadal, que en los cuatro enfrentamientos anteriores con Anderson los ha ganado, incluido el partido de octavos de final del pasado torneo de Barcelona (6-3 y 6-3).

Anderson, con su saque y subidas a la red, sí fue mejor que Carreño, al que ha ganado en los tres duelos que han mantenido como profesionales.