Nairo Quintana (Movistar) acudió puntual y poderoso a la cita de los escaladores en el temible Blockhaus, en cuya cima dio un doble golpe tras un vuelo en solitario que le permitió vestirse de rosa.

Un golpe de autoridad facilitado por la mala suerte de Mikel Landa y Geraint Thomas (Sky), eliminados a 14 kilómetros de meta por una caída provocada por la moto de un policía mal aparcada.

Con el Sky descabezado, Quintana se ocupó de continuar la estrategia y de asestar un golpe definitivo a 4,8 kilómetros, cuando el cóndor boyacense abrió las alas hasta anidar en la cima.