Nápoles es una especie de Vive como quieras, la obra maestra de Frank Capra protagonizada por los maravillosos James Stewart y Jean Arthur, adaptada al cine neorrealista italiano de la posguerra de Rossellini y Vittorio de Sica. Una ciudad caótica en la que cada uno va a la suya, en un ejercicio de supervivencia humana diaria. Con su aire a La Habana, sus calles laberínticas, sus balcones atiborrados de bragas de lencería gruesa, sus vírgenes, sus napolitanas con ojos que hipnotizan y un cuerpo que quita el hipo, sus taxistas sin licencia, sus miles de motos que se adueñan del asfalto y las aceras, su camorra, sus comercios ambulantes... Con todo eso y muchas cosas más, Nápoles se convierte en una de las ciudades más vivas y anárquicas de Europa.

Pero a sus habitantes, menesterosos, camellos o poseedores de abundantes cuentas bancarias, les une como denominador común su pasión por el Napoli. Un millón de habitantes que, sea cual sea su condición, viven por y para un equipo. Luchar contra ellos y contra un gran rival es el nuevo reto del representativo de la insurrecta aldea amarilla. H