En Benicarló se habla de baloncesto. Y no solo en la ciudad conocida mundialmente por la carxofa, sino que por extensión es en todo el Baix Maestrat e incluso en Terres de l’Ebre, donde empieza a causar furor un recién llegado a la Liga EBA, la cuarta máxima competición nacional, la primera de las denominadas profesional (o semi). Se trata del Club Baloncesto Benicarló, uno de los históricos de la provincia y que en su debut en dicha competición es líder y está congregando a cerca de un millar de personas en el polideportivo municipal.

La localidad costera tuvo su auge deportivo en la etapa del fútbol sala en la que el Povet.com o Benicarló FS alcanzaron la División de Honor. Tras su desaparición, los benicarlandos quedaron huérfanos de élite deportiva.

Apuesta exitosa

Pero la directiva que desde hace 10 años preside Enrique Besalduch apostó por el crecimiento progresivo del baloncesto... y el tiempo les está dando la razón. El pasado año, el CB Benicarló, que militaba en Primera Nacional, se quedó a las puertas de la final four para ascender a Liga EBA, pero la reestructuración esta temporada de dicha categoría, pasando de 14 a 16 clubs en su Conferencia E y dividiéndola en dos grupos de ocho, provocó que la Federación Española (FEB) le ofreciera una plaza al club... y la aceptó.

«Tras un buen año nos quedamos con un mal sabor de boca al no alcanzar la final por ascender, así que cuando nos ofrecieron la plaza nos reunimos y apostamos por escalar un peldaño más», explica Besalduch, un presidente que considera que «la clave para que este proyecto y el club salga adelante radica en la implicación de la directiva». «Componemos la junta 14 personas y todas y cada una de ellas trabajan y están implicadísimas. Sin ellos, nada de esto sería posible», arguye.

La fórmula económica

¿Y cómo sostener un proyecto a tan alto nivel? El presidente lo tuvo claro desde el principio: «Pensamos que tener un espónsor fuerte que dé nombre al club sería pan para hoy y hambre para mañana. Por ello decidimos fidelizar el respaldo de muchos patrocinadores pequeños o medianos (tenemos alrededor de 50), a los que sabes que al año siguiente puedes pedirles cifras similares y no van a dejar de ayudarnos». A su vez, «el Ayuntamiento es pieza fundamental», con el que firmaron un convenio, les «cede el pabellón y una subvención», reconoce, añadiendo que esto lo hacen «por Benicarló y para pasear su nombre por España». «Por ello queremos que el equipo lleve el nombre del pueblo», destaca.

El club cuenta con 700 socios (a 30 euros) y a los partidos de casa acuden unas 1.000 personas. ¿Por qué? Porque la directiva está tirando de ingeniería deportiva y ha confeccionado una plantilla, liderada por su técnico Jordi Adell, y sus ayudantes Jorge Lara y José Orts (el scout del club), compuesta por jugadores con pedigrí, como los estadounidenses Richards y Smith, el serbio Maric o el camerunés N’Gome. Y el toque local lo ponen París y Salvador, así como el almazorense Álvaro Andreu y el castellonense con raíces benicarlandas Jaime Campos. La NBA ha llegado al Baix Maestrat.