El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata se ha visto obligado a hacer los deberes. A instancias de la fiscalía, ha vuelto a dictar el auto de transformación en procedimiento abreviado (equivalente al de procesamiento) en la causa por el fichaje del brasileño Neymar, abierta a raíz de una querella de la empresa DIS. El magistrado propone que sean juzgados por corrupción entre particulares el jugador y sus padres, y también por estafa el actual presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu -al que el fiscal no acusa-, su antecesor en el cargo, Sandro Rosell, el club catalán y el Santos.

En el auto que pone fin a la instrucción, el juez De la Mata da 10 días a las acusaciones para que soliciten la apertura de juicio oral o el sobreseimiento. Según explica el magistrado, la Sala de lo Penal de la Audiencia estableció que el contrato firmado en el 2011 por el que Neymar recibiría 40 millones de euros para fichar en el futuro por el Barça «habría alterado el libre mercado de fichaje de futbolistas al impedir que el jugador entrase en el mercado conforme a las reglas de la libre competencia y se obtuviera una mayor cantidad por el traspaso», que constituye delito de corrupción entre particulares.

El Barça decidió ayer mismo en la reunión de la junta directiva presentar recurso ante la decisión de De la Mata. «Aquí no hay ninguna estafa ni tampoco corrupción ni mala fe ni infracción penal», señaló enfáticamente el portavoz del club, Josep Vives.

En su auto, el juez indica: «Si el objetivo y finalidad de este contrato fue directamente alterar el mercado de fichajes de futbolistas es razonable pensar que los dos directivos que intervinieron en su firma -Rosell y Bartomeu, entonces presidente y vicepresidente del Barça, respectivamente- fueron responsables de esta decisión, de la firma del contrato y conscientes de esta finalidad ilícita». De ahí que incluya al presidente en contra del criterio fiscal, que le exoneró de responsabilidad.

La actuación de ambos dirigentes -se indica- se realizó sin informar a la junta directiva, al Santos, ni a DIS, que era propietaria del 40% de los derechos federativos del jugador, y todo ello mientras tenía contrato con el club brasileño. «Ambos directivos conocieron obviamente cada una de estas circunstancias cuando decidieron firmar este contrato». Circunstancias que, al entender de la Sala, «son los indicios principales del delito de corrupción entre particulares» y «sitúan a ambos directivos como responsables de los hechos».

De la Mata insiste en que Bartomeu tuvo «perfecto conocimiento y participó en todos los elementos que la Sala considera que sustentan existencia de delito: participó de la decisión de firmar el contrato ilícito conociendo que se infringían los reglamentos FIFA y contribuyendo a mantener al Santos y a DIS en la ignorancia absoluta de estas operaciones».

También son responsables de ello quienes firmaron los contratos por la otra parte, Neymar y su padre. El FC Barcelona, el Santos y la sociedad del futbolista brasileño, N&N, a su vez, son responsables por la actuación de sus representantes legales. H