Neymar ha sido condenado a pagar 45 millones de euros (188.8 millones de reales) para compensar los impuestos atrasados que, según la Hacienda brasileña, había dejado de pagar anteriormente. Otro problema más para la estrella del Barça, y siempre fuera del terreno de juego. Neymar es acusado de evasión de impuestos, fraude y conlusión por la Hacienda Federal brasileña al considerar, según ha informado el diario Folha de Sao Paulo, que omitió beneficios económicos de sus contratos con el Santos primero, luego con el Barça y también de su relación publicitaria con Nike.

El jugador tiene la oportunidad de recurrir contra esta decisión al Consejo Administrativo de Recursos Fiscales, con sede en Brasilia, después de haber sido considerado culpable de no declarar todos esos ingresos económicos, según ha determinado la justicia brasileña. La resolución indica que el delantero utilizó varias empresas suyas para dejar de pagar entre 2012 y 2014. No solo eso. También, según la sentencia, Neymar simuló contratos cuando él transfería los derechos de imagen a esas empresas.

"Analizando los actos y negocios jurídicos llevados a cabo por el contribuyente, las tres empresas y sus socios, los padres del jugador ", dice la auditoria fiscal, según el diario 'Folha de Sao Paulo', "es posible confirmar que fueron practicados negocios jurídicos simulados y fraudulentos".

El proceso fiscal es, sin embargo, es independiente del proceso criminal sobre estos mismos hechos, que fue propuesto por el ministerio público federal y rechazado por la Justicia de Santos el pasado mes. Neymar transfirió las facturas de los derechos de imagen a Neymar Sport, una de sus empresas, para regatear el impuesto de la renta. Además, según los datos fiscales analizados en su contabilidad, esa maniobra sirvió también para pagar menos impuestos en sus facturas con Nike.