Se sabía (e intuía casi desde que se fue), pero no se había escuchado aún ninguna voz oficial. Se sabía que Neymar anda loco por abandonar París cuando no se han cumplido ni dos años de su llegada. Se intuía y se sabía que el astro brasileño desea volver --si pudiera mañana mismo-- al Camp Nou para reencontrarse con Leo Messi y Luis Suárez en aquella foto icónica del tridente del 2015 que devuelve al Barcelona a la última Champions que conquistó. «Neymar quiere volver», reveló ayer Jordi Cardoner, el vicepresidente azulgrana del área social. No obstante, matizó: «El tema no está sobre la mesa».

Lo que parecía una utopía hace un par de meses, ahora no se percibe así. Neymar, entretanto, guarda silencio, aunque llegará un momento de este largo verano en el que deberá tomar la palabra. El PSG ya lo puso abiertamente en el mercado cuando Nasser Al-Khelaïfi, su presidente, manifestó estar harto de su actitud, sobre todo fuera del campo. «Nadie le obligó a firmar aquí», afirmó el dirigente, recordando que «ya no quiere más comportamientos de estrellas», añadió.

NETO, AL CAMP NOU // A la espera de si cuaja la compleja operación, un compatriota de Ney ya es del Barcelona. Después de que Jasper Cillessen recalara en Mestalla por 35 millones, Neto Murara llega a cambio de un fijo de 26 millones y 9 más en variables. Firma por cuatro temporadas y se convierte en el portero más caro en la historia del club azulgrana.