"¡La madre que los parió a todos ya! ¡P... mierda!", estas son las palabras que pronunció Sergio García en el reciente torneo de Arabia Saudí y que, junto con su actitud dañando intencionadamente varios ‘greens’, le valieron la descalificación del campeonato.

En el vídeo podemos comprobar la pérdida de papeles del borriolense en una polémica actuación nada edificante ni propia de un deporte como este. Sergio acabó desquiciado tras un mal golpe y perdió los nervios, como él mismo reconoció en una entrevista posterior. "A veces pierdes la cabeza y luego te das cuenta de los que has hecho", admitió.

Sus compatriotas Jorge Campillo y Borja Simó, su caddie, que estaban jugando dos grupos por detrás de García y el italiano Renato Paratore, llamaron a los oficiales de reglas cuando constataron el daño aparentemente intencional en varios greenes. "Sabíamos que nos podía perjudicar tanto a nosotros como a los compañeros que venían por detrás", dijo Simó. "A todos nos puede pasar una vez, pero varias veces no es normal", agregó Campillo.

A los pocos minutos, el árbitro español Federico Paez revisó los daños, tomó fotos de varios greenes y puso en marcha las deliberaciones que condujeron a la primer aplicación de la corta historia de la nueva regla 1.2a, que abarca la mala conducta grave, y su interpretación, que incluye entre los ejemplos específicos "causar deliberadamente daño a un green".

Pero la decisión no fue inmediata y se postergó hasta casi la conclusión de la tercera ronda. Mientras tanto, el caddie español Javier Erviti, que llevaba la bolsa de Paratore, fue testigo directo del desahogo de la frustración de Sergio García.

"Estamos acostumbrados al carácter porque somos latinos, pero nos dio la sensación de que era un cabreo demasiado exagerado", dijo Erviti, que andaba más pendiente de su jugador, aunque vio una marca de arrastre en el green del hoyo 5 y empezó sentirse mal por su colega Víctor García, el hermano y caddie de Sergio.

Al final de la ronda, David Phillips, el director del torneo, armado con una tableta electrónica, esperaba a García al lado del lugar donde se entregan las tarjetas de resultados. Revisaron las fotos y entablaron una conversación para determinar los hechos y la posible sanción. Y finalmente, las reuniones y las deliberaciones con el European Tour culminaron en una declaración oficial de García: "Respeto la decisión de mi descalificación. Como fruto de las frustración he dañado un par de greenes y pido disculpas por ello. He informado a mis compañeros de que nunca volverá a ocurrir".