Fran Escribá se ha planteado un objetivo primordial para acabar el 2016: volver a ganar lejos del Madrigal, algo que no ocurre desde la segunda salida liguera de los amarillos, en Málaga, a principios de septiembre. «No podemos vivir solo de los partidos de casa», señala el técnico amarillo, que expresó la necesidad de que su equipo «dé un salto en este sentido» para cerrar el 2016 de la mejor manera posible, instalados en plaza de Champions, en las eliminatorias de la Europa League y con el pase a los octavos de la Copa que espera cerrar el martes.

«Tenemos la necesidad de ser más agresivos, de buscar el gol», insiste Escribá como fórmula para saldar con éxito la visita a un Sporting que ve «mucho mejor de lo que dicen sus resultados». «Ha competido muy bien en todos sus partidos e incluso tuvo opciones de empatar en el Bernabéu. Han cambiado su sistema —ahora con tres centrales— y parece que han ganado en seguridad defensiva», analiza el técnico del Villarreal a su rival de hoy en un partido que prevé «igualado, en un ambiente muy difícil por lo que aprieta su afición» y en el que pondrá en liza todo el arsenal que le permiten las ocho bajas con las que viajó. «A nivel físico, hemos tenido suficientes días de descanso y aunque puede que el campo esté algo pesado, no me preocupa», dice Escribá, que espera continuidad con la imagen ofrecida el pasado lunes y que personalizó en Jonathan («siempre aporta»), Roberto Soriano (hizo un gran partido, muy completo») y Pato («sabe que se espera mucho más de él»).

EL PRECEDENTE / Por último, Escribá considera que la polémica de la última visita a Gijón —las declaraciones previas de Marcelino deseando la salvación del Sporting— son agua pasada: «Aquello quedó zanjado y ni se ha hablado de ello en el vestuario», concluye.