Del play-off por ascender, hace casi un año, a otro play-off, ahora por la salvación. El Castellón encara un nuevo final de temporada a cara o cruz. Seis encuentros de nuevo, como en el 2018, para definir su futuro (entonces, dos victorias y cuatro empates contra Tropezón, Sant Andreu y Portugalete). Seis partidos, seis, frente a cinco rivales directos (los más próximos), antes de cerrar el ejercicio (o no, dependiendo si disputa o no la eliminatoria por la permanencia) contra uno que puede que no se juegue nada.

El Castellón depende de sí mismo. Tan cierto como que el margen de error es mínimo. Reducidísimo. Con 33 puntos, los 41 o 42 que otorgan bastantes opciones de al menos evitar el descenso directo, pasan, por tanto, por ganar la mitad de sus compromisos (o dos y empatar tres, que tan bien se le da: 18 igualadas en 32 encuentros). Así que...

Lo bueno es que el calendario es el que todo el mundo desearía. De aquí al final (o casi), todo finales; de aquí a la última jornada, los llamados partidos de siete puntos: los tres que sumas tú, los tres que deja de sumar el oponente y el bonus del golaveraje particular, fundamental con ocho equipos en el atestado vagón de cola, con un Ontinyent que ya se ha quedado condenado en el andén, aguardando a los tres que le acompañarán de vuelta a Tercera y al que todavía deberá esperar 180 minutos (o alguno más), por aquello del play-out.

De entrada, los albinegros se la juegan en Alcoi. Siete días después, de nuevo en Castalia contra el Ejea. Después, en Sabadell. A continuación, en Castalia contra el Peralada. Y por último, en Cuenca. Bueno, aún quedará el Castellón-Barcelona B. Todos, menos el filial azulgrana, van a lo que van: a no bajar. Algunos, como el Mestalla y el Teruel, con ayuda: ya tienen los tres puntos asegurados frente al Ontinyent. Dos equipos que están justo por encima de los orelluts, así que...

PALABRA DE CASTELLS // «Hay que seguir, no tenemos que venirnos abajo», dijo Marc Castells a la conclusión del 1-1 contra el Olot. «Quedan seis partidos y hay que ganar cinco: si nosotros somos capaces de vencer a nuestros rivales directos, nos salvaremos», añadía el de Sueca, con un optimismo a prueba de bombas. «¿Alcoyano? Eso sí que es una final, es un encuentro directo: si conseguimos sacar los tres puntos allí, moralmente pegaremos un golpe sobre la mesa», manifestó el 6.