Quedará grabado en la memoria el partido de vuelta del Celta ante el Sevilla. Bajo un aguacero torrencial y con la eliminatoria ya imposible, los celestes seguían atacando una y otra vez como posesos, corriendo hasta la extenuación, sin escatimar ni un esfuerzo. Fue el botón de muestra de un estilo propio e intransferible.

El equipo de Berizzo exige al rival la máxima concentración durante los 90 minutos porque propone un alto ritmo de juego, adrenalina pura y agresividad con y sin balón. Su fútbol se basa en un marcado sentido de la pertenencia de la pelota; no la quiere compartir y, cuando la tiene, pretende llevarla hasta el área rival a través de un fútbol coral.

Asociaciones continuas, triangulaciones, cambios de orientación, amplitud… un buen puñado de recursos a su alcance para descolgar a mucha gente en ataque y poblar de efectivos las zonas de finalización. En la fase defensiva, presión con marcas personales en todo el campo que no abandonan hasta que acaba la jugada. Si el rival supera esa primera oleada de presión, el equipo puede quedar descuadrado en las transiciones defensivas, aunque es un riesgo que tienen muy asumido. Una de sus debilidades es la defensa del balón parado defensivo, en el que muestran serias lagunas.

DOS VARIANTES // El sistema utilizado muta del 4-3-3 al 4-2-3-1. Sergio Álvarez es un portero con dotes de mando y buena colocación, correcto en el juego de pies, algo lento en las estiradas.

Línea de fondo con dos laterales diestros en las bandas; Hugo Mallo otorga profundidad y llegada al área; es fuerte y expeditivo en defensa. Por su parte, Jonny es rápido defendiendo y no extraña jugar a pierna cambiada, aunque su rendimiento es algo irregular desde hace varios partidos. En el centro, Cabral es el líder, más asentado y dominando las acciones de contacto físico; Sergi Gómez va bien al cruce y tiene una buena salida de balón.

Por delante, un triángulo en cuya base, con la ausencia Pablo, pueden jugar Marcelo Díaz, llegado en invierno; un volante muy competitivo con buen pase medio y excelente golpeo, siendo un muy buen especialista a balón parado y con un buen balance en la recuperación y robo. Junto a él, Wass, que arrancando desde atrás, sabe llegar arriba combinando y llegar a zonas intermedias para dar el último pase o buscar situaciones de disparo. En el vértice superior del triángulo encontramos a Orellana, el jugador sobre el que gravita todo el juego ofensivo del Celta; difícil de referenciar por su movilidad, sabe controlar, cambiar de dirección la jugada, asistir, encarar, y es un jugador con gol.

En la vanguardia, Aspas se ha visto desplazado a la derecha, perfilándose para su pierna hábil; otro atacante rápido, versátil y movedizo, y con calidad para el pase o la definición. En la izquierda vuelve tras su lesión Nolito, jugando a pierna cambiada para trazar diagonales demoledoras fuera-adentro en las que tira de regate, fantasía y golpeo. Guidetti es más 9 de referencia, bueno en espacios cortos y de juego más físico y un buen rematador. H