Es el sueño de todo el albinegrismo y así se los transmiten día a día por la calle. Él lo palpa, lo huele, lo percibe, un ambiente orellut en el que Àngel Dealbert se siente como pez en el agua. El defensa central de Benlloch deshoja la margarita sobre su futuro, el cual parace estar cada vez más vinculado al CD Castellón, club del que forma parte del nuevo grupo inversor y de gestión.

El zaguero, albinegro por los cuatro costados, se ejercita a las órdenes de Frank Castelló mientras espera encontrar una oferta en el extranjero que le seduzca, tanto en lo económico como en lo deportivo. Pero parace que la opción de quedarse y fichar por el conjunto de Castalia es cada vez más firme y posible.

el «no» a omar / Uno de los indicativos que ayudan a corroborar esta teoría radica en el hecho de que el central Omar Ourinich regresa al CD Onda, tras estar toda la pretemporada a prueba. Pese a convencer, el zaguero marroquí no podía ejercitarse por las mañanas, al estar trabajando, y a su vez se le ha hecho ver desde el club que Enrique, Arturo y la más que factible llegada de Dealbert le cierran las puertas, junto al posible fichaje de un cuarto central que complete la plantilla —también está la opción Guinot—.

La intención del defensa de Benlloch era la de salir al extranjero, pero él mismo transmite cada día a los miembros del CD Castellón que cada vez está más convencido en dar el «sí quiero» a regresar al club de sus amores y por el que pelea para sacarlo a flote de la agravante crisis económica que está atravesando.

Solo una oferta de una liga pudiente económicamente hablando —él ya ha militado en Rusia y Oriente Medio— podría hacerle cambiar de opinión a un xiquet de Benlloch —apodo deportivo cuando irrumpió en la élite del fútbol español— que se convertiría en el referente para la entidad, tanto dentro del rectángulo de juego como socialmente. La castellonización del club sigue y Dealbert puede ser su gran estandarte.