Si hay un equipo que está en franca progresión en el fútbol femenino provincial, ese el Onda. El club rojiblanco está haciendo historia: si la pasada campaña logró el primer ascenso de su trayectoria, en el actual ejercicio el conjunto azulejero marcha segundo, empatado a puntos con el líder en Primera Regional.

En el seno de la entidad eran conscientes de disponer de una plantilla competitiva. Eso sí, ni en sus mejores sueños esperaban afrontar la parte final de la temporada con opciones factibles de encadenar un nuevo ascenso. Además, los grandes resultados obtenidos se han alcanzado con una plantilla que cuenta con un 90% de las jugadoras con las que el Onda consiguió el ascenso el ejercicio pasado, a excepción de tres nuevas incorporaciones.

El bloque está formado por ocho futbolistas muy jóvenes, que todavía apenas han alcanzado la mayoría de edad. Sin embargo, el resto del plantel posee experiencia en categorías superiores y aporta su experiencia. Por otro lado, el 80% de las jugadoras son del propio municipio.

Trabajo y motivación

El tándem formado por Quique Guillamón y Toni Parra dirige a un equipo que sueña con hacer algo grande. Pero los sueños únicamente se alcanzan trabajando y, para ello, es imprescindible la motivación; ese es uno de los principales activos que transmite el cuerpo técnico.

A pesar de que la meta inicial pasaba por conseguir una permanencia holgada, a día de hoy el objetivo es el ascenso. El Onda es segundo, puesto que las rojiblancas han salvado con buena nota el salto cualitativo tanto a nivel táctico como técnico. El equipo tiene un sistema definido y todas las futbolistas entienden a la perfección lo que tienen que hacer en cada momento.

Cada vez son más las personas que ven al femenino, aunque desde el club animan a que más gente apoye a un equipo que busca un nuevo ascenso. Con la creación de un equipo de fútbol 8 y la potenciación del primer equipo, la apuesta del Onda por el femenino es más que decidida.