El abrazo final que se dieron Rafa Nadal y Marc López, tras conseguir el oro olímpico en la final de dobles, denota que ese título olímpico se ha conseguido a través de trabajo y talento, pero también de compenetración, complicidad y empatía.

De amistad, en definitiva. Y es que los dos jugadores sellaron en oro macizo una amistad que se remonta muy lejos, a la época de prometedor infantil de Rafael y de esperanzador juvenil de Marc. Su primer encuentro fue cuando Nadal tenía 14 años y alguien le propuso a Marc pelotear un rato en una pista del Reial Club Tennis Barcelona.

Desde ese día indeterminado, Marc y Rafa, Rafa y Marc, han compartido todo tipo de experiencias en el mundo del tenis. Muchas horas de entrenamiento, concentraciones, viajes, habitaciones compartidas y una amistad de hierro que se manifiesta en todas las oportunidades posibles. De hecho, Marc ha sido uno de los amigos de Nadal que más cerca ha estado de él en estos dos meses en los que el balear se ha estado recuperando de su lesión de muñeca. H