No habló específicamente de finales, pero Óscar Cano sí elevó ayer el tono, en la rueda de prensa previa al Castellón-Atlético Levante de mañana (17.15 horas), en Castalia, donde el granadino espera ver también a un equipo más ambicioso, en la línea de Cornellà, aunque sin los errores individuales que minimizaron el botín al 2-2 final.

«A medida que pasan las jornadas hay que mirar y analizar el calendario y la clasificación, es algo que no podemos obviar», introdujo Cano. «Todavía quedan 12 jornadas, 36 puntos, que son suficientes como para ser optimistas», ponderó. «Y respecto al próximo rival -reforzó-, qué duda cabe que cuantos más equipos haya pringados en la situación de tener que salir de dificultades clasificatorias, mejor», recalcó.

TIRANDO DE LÓGICA // El granadino constató que están ante «una gran oportunidad no solo para acortar distancias respecto a la permanencia, sino para no estresarnos más». «Pero hago un ejercicio de cordura», añadió enseguida: «Cada partido es importantísimo, cada vez lo son más. «Y si tenemos en cuenta el calendario y como están distribuidos los enfrentamientos -desarrolló-, todavía cobran mayor trascendencia, porque a partir de ahora nos vamos a enfrentar, casi todos los fines de semana, a un rival que va a ser de nuestras características, en cuanto a que están en dificultades clasificatorias», dijo antes de desgranar que, después del Atlético Levante, en ocho días se enfrentan «al Mestalla; luego tiene que venir el Badalona, que aunque parezca que ha escapado de ahí, no tiene ni mucho menos certificada la permanencia...». «Son partidos de los que se suelen decir que son de seis puntos: los tres que sumas tú y lo tres que deja de sumar el rival», aseveró.

Cano rescató el análisis del último encuentro, lo que hicieron bien y lo que hicieron mal que, a su juicio, fue mucho más de los primero que de los segundo.

MÁS OPTIMISTA QUE PESIMISTA // «Desde el primer minuto, había más sensación de peligro en la portería del Cornellà que sobre la nuestra, pero esto es fútbol y todo cambia en una jugada», reseñó. «Vi cosas que me gustaron mucho. Teníamos la seguridad que mostramos en partidos como Villarreal B, Atlético Baleares o Ebro, en campos muy complicados en los que defendimos bien pero en los que nos costó llegar a la portería contraria con peligro, pero el otro día si lo vi», comparó. «En cuanto a personalidad, me encantó mi equipo, en un campo difícil por sus dimensiones y por ser de césped artificial: el equipo jugó, propuso y remontó dos situaciones muy adversas», incidió. «Cosas que pueden hacerse no solo por coraje, que no basta en el deporte, porque hay que tener talento y capacidades para poder doblegar al contrario», destacó.

En cuanto al debe, Cano no habló de errores colectivos «porque no los hubo». «Fueron personales, como los tenemos todos en nuestra vida en cada una de nuestras labores, que se notaron más porque acabaron en gol», explicó.

Retomando lo bueno de Cornellà, Cano elogió el paso al frente del Castellón: «El equipo se desperezó, asumió esos galones que le pertenecían por ser de los equipos que más necesitamos estamos, lo que denota personalidad». «Eso es lo que debemos hacer en nuestro campo, porque parecemos un poco más retraídos, no sé si por la presión y porque jugamos ante los nuestros, lo que multiplica la responsabilidad», indicó. «Hay que salir al campo como si todo lo que está a nuestro alrededor, que es así, estuviese a nuestro favor», remarcó.

A falta de la última sesión, Cano espera contar con Paco Regalón, Pablo Roig y Jairo Cárcaba. «A la altura en la que estamos y con la exigencia que tenemos, hay que valorar muy mucho si están al cien por cien, de que jueguen con garantías», consideró.