Óscar Sevilla sigue ampliando su palmarés a sus 42 años. El ciclista manchego, afincado desde hace años en Colombia, ha ganado este domingo la Vuelta a Chiloé (Chile), después de afianzar su liderato ganando la última etapa, una contrarreloj de 11,5 kilómetros entre Aldachildo y Puqueldón, lo que ha sido su tercera victoria parcial en la ronda chilena.

"Fue una etapa muy dura. No se podía regular uno, porque es muy corta, y aparte muy rompe piernas y sin nada de diferencia veníamos a cálculo. Me gusta mucho la contrarreloj, entreno muy a diario, y se debe sufrir solo", ha explicado el corredor de Ossa de Montiel, totalmente recuperado del asalto que sufrió hace un año en Bogotá, cuando cinco hombres le derribaron para robarle la bicicleta y el móvil cuando salía a entrenar a la seis de la mañana, ataque del que salió con un brazo roto.

Sevilla participó tras su victoria en una curiosa costumbre local de Chiloé, la de ser conducido al podio arrastrado por una minga. Se trata de una tradición campesina que consiste en que vecinos y amigos colaboran en una tarea conjunta, como por el ejemplo el traslado de casas. El manchego, dentro de una casa de madera, fue conducido al podio arrastrado por bueyes.