No hubo machada. El Villarreal lo intentó por todos los medios, tuvo ocasiones para poner en aprietos al Olympique pese al desfavorable 3-1 cosechado en el partido de ida de dieciseisavos, pero no hubo manera de superar a Lopes y poner en aprietos al equipo rival. El equipo cayó así, por segunda temporada consecutiva, en la primera de las eliminatorias hacia la final de Europa League.

La decepción fue importante en la grada, que afrontaba con ilusión la presente edición de la segunda competición continental, y no menos tristeza se dio en el vestuario, como reconoció el ayer capitán Mario: «Nos vamos tristes, jodidos y cabreados, pero con la cabeza alta porque dimos el cien por cien y sin ser superiores se han clasificado al tener más eficacia en las áreas». El lateral lamentaba que el rival «tuvo más gol» en toda la eliminatoria, factor clave para el prematuro KO amarillo.

El defensa aseguraba que «hasta la expulsión, la idea era la de marcar un gol que nos metiera en la eliminatoria, porque con el 1-0 les podían entrar las dudas o el miedo a ser eliminados», pero el Villarreal no vio el camino del gol y tras la roja a Jaume Costa «nos fuimos todos del partido».

Palabra de Bonera

En la misma línea que el de Novelda, Bonera lamentaba la ausencia de pegada que evidenció el Submarino frente al conjunto galo: «No metimos gol y con uno menos arriesgamos, porque era lo que había que hacer, y con el 0-1 ya se acabó todo». El futbolista, compatriota del colegiado que enseñó el camino de los vestuarios a Jaume Costa a un cuarto de hora del final, pidió explicaciones a Luca Banti, y esto es lo que le adujo: «El árbitro me dijo que le sacó la segunda amarilla porque levantó los brazos»...

Pasando página a la polémica, el veterano defensa del Villarreal ya se centra en el inminente encuentro frente al Getafe: «Hay que recuperarse pronto y descansar porque nos viene un partido complicado».

Admitía Bonera también que el equipo no ha demostrado su verdadero potencial en una eliminatoria a la que accedió después de un plácido liderato en la fase de grupos: «Ha sido una pena porque todos teníamos mucha ilusión por llegar lo más lejos posible, pero esto es fútbol y se ha comprobado que ahora mismo no estamos al nivel como para competir por una final de la Europa League».

El italiano reconocía también que el 3-1 sufrido en el Groupama Stadium fue una losa pesada en el partido de vuelta: «Con el 2-1 creo que hubiera estado más abierto, pero el tercer gol lo puso muy difícil. Pese a ello, no hay nada que reprochar al equipo porque lo hicimos lo mejor que pudimos pese a los problemas que arrastramos».