El primer gol como albinegro de Tariq también ha sido el primer gol de falta en toda su dilatada carrera. Determinante, como no podía ser menos, para doblegar al Alzira (2-1). El chicharrazo del emiraití dejó otra victoria sobre el alambre, en Castalia, que, de rebote, permite que el Castellón afronte el crucial derbi del domingo, frente al Villarreal C, con dos puntos de ventaja sobre éste.

El Castellón monopolizó el balón en los primeros minutos, solo alterados por un tímido remate de Javi Pérez. La recompensa llegó a balón parado: si Juanfran se había estrenado contra el Borriol con un libre directo al larguero, ayer repitió, solo que esta vez Arturo sí aprovechó el rechace y, con las rodillas y el estómago, dirigió la pelota hacia las mallas, antes de que las manecillas del reloj hubiesen llegado al 10.

Como 15 días atrás, el Castellón se dejó llevar por la ventaja. Permitió no solo que el Alzira equilibrase la posesión del esférico y, con ella, de facto, el mando del partido, sino que complicase, y de qué manera, la mañana. Héroe en el 1-0, Arturo pasó a villano en el empate: dejó, tras una involuntaria asistencia, que David Grande corriese hacia Campos como en una autopista sin peaje y le batiese (min. 31). Sí, un resultado provisional puede que justo, como el penalti que, poco antes, el árbitro se había tragado, por un viaje de Fran Giménez a Carrillo. El local Lluna Olarte no estuvo nada acertado en un partido que ya no mantenía bajo su control.

Los albinegros, aguijoneados, firmaron un par de enrabietados ataques, pero el Alzira volvió a bajar las pulsaciones del encuentro. Hasta que, en el 39’, Meseguer se topó con Joan Castanyer en el mano a mano y Carrillo, con Onrubia, con el portero en el suelo. El meta ribereño salió malparado de la acción: tras ser atendido durante un buen rato, lució un aparatoso vendaje en la cabeza, que ya no portaba a la vuelta del receso, cuya primera acción reseñable fue un remate de Jorge Giménez, tras un penaltito a Tariq.

TOCAR A REBATO // Con todo, el Castellón continuaba incómodo. David Grande rondó el 1-2. Entonces, Ramírez buscó soluciones con Ebwelle (por Jorge Giménez) y, más aún, con Antonio en lugar de Meseguer, ya a menos de media hora para el final. Nada más entrar, el murciano tuvo el gol, como, poco antes, Tariq. A base de insistencia, el choque comenzaba a jugarse en una sola dirección, la de la portería visitante.

Los orelluts empezaron a fabricar ocasiones a destajo, a razón de una por minuto. Arturo, Carrillo, Tariq (sobre todo él, de esas que tiene que meter), Ebwelle… El ex del Huracán no convirtió la más fácil, pero se reservó para limpiar la escuadra derecha de la meta de Castanyer, en una falta próxima al semicírculo forzada por Antonio. Gol no, golazo, en el 72’.

A DEFENDER // Al igual que con el 1-0, el Castellón regresó a su trinchera para defender la ventaja. Las cada vez más frecuentes y desequilibrantes acciones de Ebwelle le daban un respiro aunque el Castellón, pese a acumular hombres, no acababa de cerrar los espacios. El lateral Fran Giménez, incorporado al ataque, envió el balón al poste, en el 89’, en una acción que recordaba al solitario gol de Antonio ante el Borriol. Sufriendo, como siempre, pero otra vez cuartos. Y el domingo... H