El uruguayo Luis Suárez volvió a completar una noche redonda al marcar cuatro goles por segundo partido consecutivo y empujar al Barcelona hacia el título, que tiene a tres partidos, después de golear a un Sporting (6-0) que sufrió tres penaltis seguidos, algunos rigurosos.

Después del póquer que anotó hace unos días en Riazor, Suárez repitió el registro con cuatro goles más, dos de ellos de penalti, en una noche de fútbol pobre de los barcelonistas, pero muy efectivo en la segunda parte.

El Sporting, que veía de arrancar cuatro puntos seguidos, ve frenada su progresión y sufrió un excesivo castigo, tras hacer un partido digno en la primera parte, y verse arrasado en la segunda.

Choque de baja intensidad de un Barcelona que jugó a medio gas y en algunos momentos, incluso, estuvo jugando con fuego ante un Sporting atrincherado en su campo pero que en las contras fue un tormento para los azulgrana, como en la última acción de la primera parte, en la que Mascherano salvó de milagro y después un mal despeje del argentino acabó con el balón tocando el brazo de Piqué.

Al equipo de Luis Enrique le costó mover el balón y padeció el ordenado sistema defensivo de un Sporting muy motivado para sacar algo del Camp Nou, como lo hicieron los dos últimos equipos que lo visitaron en la Liga.

El Barça rompió el empate en un acción en la que los sportinguistas reclamaron falta a Cuéllar, cuando Iniesta levantó el balón, el portero salió fuera del área pequeña, Suárez de espaldas estiró la pierna, pero la encogió ante la salida del meta, y éste cayó tras despejar. Messi, de cabeza, envió el balón al fondo de la red.

Los silbidos se mezclaron con gritos de ánimos desde un Camp Nou aburrido, que no veía a su equipo con la capacidad de otras semanas. Pero mediada la segunda parte Luis Suárez empujó el balón rozando el fuera de juego, y abrió su nuevo festival. H