Desde su base de operaciones en Singapur, el máximo accionista del Valencia CF está viendo cómo su último experimento va camino del fracaso. Una situación inesperada para él una vez que el equipo, a pesar de los muchos problemas que arrastra desde el verano, fue capaz de rehacerse, de hacer grandes partidos y hasta echar de la Liga de Campeones al Ajax. Tras dos años entre los cuatro primeros, un título de Copa y un inicio con Albert Celades que daba continuidad a esos buenos registros, en menos de dos meses el proyecto está que se cae, una situación cíclica en la etapa de Meriton que vuelve a poner en entredicho el criterio de Peter Lim y los riesgos que asume con decisiones de su exclusiva responsabilidad como prescindir en su día de Marcelino y nombrar como sustituto a Celades al frente del equipo. Si en algún momento pensó que esta vez le iba a salir bien, todo apunta a que estaba equivocado.

Ahora mismo, y después de encadenar tres goleadas lejos de Mestalla, el equipo está mucho más lejos de la zona Champions. Lo decía el propio capitán Dani Parejo tras una nueva y dura derrota ante la Real Sociedad: «A día de hoy tienen que cambiar mucho las cosas para que el Valencia quede cuarto, muchísimo».

La crisis de resultados vuelve a abrir la brecha entre el equipo y la propiedad, representada por el presidente Anil Murthy en València, un aspecto mucho más relevante incluso que en el verano porque ahora es el presidente quien ha asumido las funciones de Mateu Alemany. «Estamos en un club muy exigente, en el que cada partido te exigen ganar y jugar bien, Tenemos que reflexionar todos, no solo la plantilla, el club también», reclama Parejo.

Y mientras, el Barça está cerca de cerrar el fichaje de Hugo Guillamón. El central debutó el sábado con el Valencia. Campeón de Europa sub-19 el año pasado en Armenia y subcampeón sub-17 en el 2016 en Azerbayán, llegaría con la carta de libertad.