Un espejismo. La victoria copera del Valencia en el partido intersemanal en Leganés (1-3) había alimentado las esperanzas de la afición che de poner fin al mal sueño en la Liga. Pero el Málaga se encargó de poner sal en la herida abierta valencianista y provocar otro aluvión de protestas de la afición, con el único consuelo de que la apertura del mercado de fichajes se encuentra a la vuelta de la esquina y Peter Lim convenció a Prandelli para que estampara su firma prometiéndole refuerzos en enero. Ahora habrá que esperar movimientos en el club porque el italiano parece que no tiene buena relación con el secretario técnico, García Pitarch, lo que podría forzar la salida de este último. Y todo se aceleró ayer porque un castellonense de 20 años, que ya ha jugado con la selección española (en un amistoso contra Bosnia), se encargó de encender de nuevo la traca en Mestalla. Pablo Fornals, con dos goles, el último en la última acción del encuentro, salvó un punto para el Málaga ante un Valencia sin ideas y que casi siempre estuvo a merced de su rival.

El equipo andaluz hizo méritos incluso para ganar, pero el dominio de todo el segundo tiempo no fructificó en ocasiones de gol.

Prandelli tampoco se lució cuando retiró a Parejo (mejor asistente de la Liga, con 7 pases de gol) y echó al equipo atrás.