A algo más que a la casualidad hay que atribuir que el Atlético despegara al fin esta temporada recién estrenado el año 2017. Fue decir Simeone el 2 de enero, en vísperas del primer choque copero contra Las Palmas, que la temporada que viene estará en el banquillo rojiblanco para cumplir su contrato recortado hasta el 2018 y el Atlético comenzó a crecer al amparo de la recuperación de sus virtudes ya tradicionales. Desde entonces, solo el Barcelona ha conseguido ganarle, una vez en la Liga y otra en La Copa. Todo lo demás han sido 11 triunfos ligueros y cuatro empates, además de las dos victorias y las dos igualadas que lo han colocado en las semifinales de la Champions por tercera vez en cuatro años.

«Tengo contrato por un año más y evidentemente tanto los futbolistas como los hinchas me van a tener que seguir sosteniendo o soportando, una de las dos que quieran elegir», dijo entonces 'el Cholo' para reforzar las palabras tanto del consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín, como del director deportivo, José Luis Pérez Caminero, que en distintas ocasiones habían afirmado con anterioridad y poco poder de convicción que el técnico argentino permanecería para encabezar la mudanza a 'La Peineta', mejor dicho el Wanda Metropolitano.

CICLO VIGENTE

Por entonces, el equipo rojiblanco ya había desertado de luchar por la Liga y alcanzar las semifinales de la Champions se antojaba poco menos que imposible si no se producía una transformación radical que desmintiera que el desgaste a todos los niveles conducía sin vuelta de hoja al fin del ciclo Simeone. Cuatro meses después, el ciclo no solo sigue abierto sino que levantar la Champions es algo más que un sueño.

Para que todos, los primeros los jugadores, entendieran que su compromiso está grabado a fuego, 'el Cholo' y su pareja, Carla Pereyra, visitaron el nuevo estadio en vísperas del primer partido contra el Leicester y colgaron en las redes sociales una fotografía acompañada con el siguiente texto: «Hoy visitamos nuestra nueva casa».

«El grupo trabaja para molestar», no deja de decir Simeone cada vez que le hablan de desbancar a los más grandes, entre los que sigue sin incluir al Atlético. Pero para que el Espanyol no se lleve a engaños ni los futbolistas rojiblancos corran peligro de distraerse, ayer insistió en que a estas horas lo único que le preocupa es el rival blanquiazul de esta noche en Cornellà, en «una semana tremenda en la lucha por la tercera plaza... Los futbolistas han echado una mirada hacia el rival que tocaba en la Champions, pero enseguida el campeonato no te permite alejarte».