El Villarreal se tiene que preocupar el domingo de frenar al temido ataque azulgrana, pero Etoo, Ronaldinho, Iniesta y Henry también tendrán que estudiar la fórmula para superar a la defensa más en forma de la Liga. El mejor Gonzalo ha vuelto y a su lado tiene un nuevo compañero: Godín. Los dos forman una sociedad impenetrable, una pareja estable que se entiende como pocas.

Ya sea por lesiones, rotaciones o decisiones del entrenador, el eje de la defensa del Submarino ha tardado en encontrar a sus inquilinos habituales. Pero con la consolidación del uruguayo y la reaparición del argentino todo cambió. Pellegrini ha dado continuidad a los dos centrales y los resultados no se han hecho esperar. Racing y Osasuna no fueron capaces de superar la zaga amarilla y Athletic de Bilbao y Mallorca marcaron solo un gol por cabeza.

Gonzalo no conocía a Godín antes de que este fichara por el Villarreal, pero desde su primera toma de contacto en agosto en el stage de Oliva son inseparables. Su relación va más allá de lo profesional. En el campo se compenetran de maravilla y cuando termina el partido, también. Su amistad salta a la vista. "Nos entendemos a la perfección. Gonza es un crack", reconoce el charrúa.

PIROPOS MUTUOS Cuando preguntas a uno por las características de su socio, las respuestas son prácticamente idénticas: "Va bien por alto, es rápido, expeditivo en defensa y con calidad para sacar el balón". Precisamente el argentino destaca este último aspecto de su compañero: "A Diego no le gusta el patadón, siempre se decanta por el fútbol de toque y eso es de agradecer". Por su parte, Godín señala "la velocidad y el posicionamiento en el campo" como las principales virtudes de su pareja. "Ojalá no le vuelvan a castigar las lesiones y podamos ocupar durante mucho tiempo la defensa del Villarreal", añade.

Por su parte, Gonzalo no escatima en elogios a la hora de comentar la evolución que ha tenido el uruguayo desde que llegó al Submarino. "Va a tope hasta en los entrenamientos. Se le ve que tiene hambre de fútbol, de demostrar todo el talento que tiene dentro y poco a poco va a sacar el gran central que lleva dentro".

El zaguero argentino asegura también que "jugar junto a Diego da confianza a cualquier futbolista" y confiesa que sus carreras son "prácticamente idénticas". Gonzalo Rodríguez recuerda que también llegó al equipo de la Plana Baixa "muy joven" y, aunque tienen prácticamente la misma edad, "al principio cuesta hacerte con el respeto de los rivales".

El Submarino tiene centrales para rato. Godín cuenta con 22 años; Gonzalo, con 23. En su caso, la juventud no está reñida con la experiencia. El Barça tiene un equipazo, pero con esta defensa, las delanteras rivales siempre van a parecer menos peligrosas.