El pasillo a los campeones, agradecido por el Barcelona y particularmente por un Messi que, uno a uno, dio la mano a los once jugadores del once inicial groguet. El detalle con Andrés Iniesta, al que el club amarillo hizo obsequio de un Submarino conmemorativo por su «trayectoria», «valores» y por ser «un ejemplo a seguir para todos los que amamos el fútbol»... Gestos con el campeón de Liga que no tuvieron el deseado retorno de los tres puntos en una tarde-noche que pareció estar hecha a medida de los azulgrana, que lucieron con orgullo sus cinco trofeos de Copa de esta temporada, además de la del fútbol, las del balonmano, hockey, básket y fútbol sala.

El Villarreal llegó el pasado martes con la intención de finiquitar por fin su plaza de Europa League, pero su expedición se marchó del Camp Nou —sin el presidente, Fernando Roig, ausente por problemas de agenda— con la mente puesta en el encuentro del próximo sábado en Riazor, donde sí espera confirmar su quinta presencia consecutiva en la Europa League.

Por el camino, los prolegómenos del choque dejaron momentos para recordar tiempos pasados. Denis Suárez departió amigablemente con sus excompañeros, en especial con Daniele Bonera. El ex del Submarino ayer no fue convocado por Valverde, pero sí que bajó al césped para saludar a toda la expedición del Villarreal. De esta forma, el gallego no pudo participar en el homenaje que los azulgrana brindaron a todas las madres del mundo, una iniciativa de su partrocinador, Rakuten. Los futbolistas locales saltaron al césped del Camp Nou luciendo en su espalda, encima del dorsal, el nombre de cada una de sus madres. Bonito gesto. Otro más en un encuentro plagado de ellos, pero en el que el Villarreal no pudo pasar de su papel de invitado. No pudo romper la imbatibilidad del Barça en Liga y Europa debe esperar unas horas más.