Marcelino nunca deja descansar su llave inglesa. No para de ajustar la maquinaria. No descansa. Se le nota tan nervioso por la falta de tiempo para preparar la previa de la Champions como le gustaría, como feliz porque la plantilla del Villarreal posee potencial. Se ha vuelto a fichar bien y con cabeza. En Oporto se volvió a dar una buena imagen.

“Pasamos por pocos apuros defensivos, pero la verdad es que cara a portería no mostramos peligrosidad. Nos faltó profundidad y finalización, pero el Oporto apenas nos llegó y lo hizo a la contra”, apuntó el técnico. Respecto a Pato, una de las estrellas de este nuevo Villarreal, mostró su optimismo: “Estamos hablando de un futbolista de primerísimo nivel. Si logramos que se ponga a un nivel físico óptimo y su mentalidad es de ambición, será un punta determinante”.

“Los nuevos deben adaptarse a la idea, al estilo, a la posición y sobre todo, en el caso de Pato, al nivel físico que requiere la Liga y la Champions”, indicó.

El tiempo es el peor enemigo, porque solo faltan nueve días para el partido en el Madrigal ante el Mónaco. “Tenemos la base de la temporada pasada, pero hay que adaptar a varios jugadores y eso requiere tiempo. Solo Alfred [N’Diaye] lleva con nosotros desde el inicio. Los demás fueron llegando poco a poco y algunos con una condición física por debajo de lo esperado”, analiza el asturiano.

“Todos son buenos futbolistas, pero es una pena que este partido tan importante llegue tan pronto porque algunos necesitan más conocimiento del equipo y sus compañeros”, concluía Marcelino. H