Viendo su cara de ilusión, nadie diría que Alexandre Rodrigues da Silva, Pato, es un futbolista que ha tocado la gloria con las manos en las filas de uno de los grandes del fútbol europeo, el MilAn, o que ha vestido en 27 ocasiones la verdeamarelha de la pentacampeona del mundo, Brasil. No. La imagen que proyectaba ayer Pato en su presentación oficial no era la de una estrella de vuelta en esto del fútbol. A sus 26 años, el brasileño irradia felicidad por la oportunidad que le ha brindado el Villarreal de volver a brillar en Europa, tras un paréntesis de tres años de renacimientos fallidos en el Corinthians, Sao Paulo y el breve periodo en el Chelsea.

“Después de tres años poder jugar en un grande como el Villarreal es un desafío”, reconoce Pato, que está seguro de tener la fórmula del triunfo. “Sé qué tengo que hacer para llegar a mi máximo nivel”, asegura. Marcelino se lo ha dejado claro desde el principio. “Hablé dos veces con el míster antes de fichar y le dije que sí, que quería trabajar duro para estar en el Villarreal. Quiero sacrificarme para que el equipo esté siempre en un nivel top”.

En el club también están convencidos de que la apuesta por el exmilanista es acertada. “Es un fichaje de gran nivel. Ha llegado para ayudarnos a construir un gran proyecto en el Villarreal”, esgrime el presidente, Fernando Roig, que vivió la presentación oficial del delantero como un día grande, arropado no solo por el vicepresidente, José Manuel Llaneza, y varios de los consejeros del club, sino también por sus nietos, presentes en otro gran día de la historia del Villarreal.

LLENO EN EL TERMET // Si jugador y presidente no disimularon la ilusión por esta nueva relación que empieza, tampoco lo hicieron los dos mil aficionados que abarrotaron el escenario del ermitorio de la Mare de Déu de Gràcia, vitoreando todas y cada una de las intervenciones de Alexandre Pato, al que le bastaron muy pocos minutos para ponerse en el bolsillo a su nueva torcida.

“Es cierto que he vivido en Sao Paulo, Londres, Milán... pero para mí no es importante si una ciudad es más o menos grande, sino el cariño y al amor que demuestra la gente. Y aquí he sido muy bien recibido”. Fue la primera flecha certera al corazón de los seguidores groguets. La segunda la lanzó al responder a un periodista brasileño, que le preguntó por las causas por las que decidió abandonar el Corinthians, su último equipo en Brasil: “Respeto la pregunta, pero hoy solo quiero hablar del Villarreal”. Locura colectiva en el Termet.

Sí se explayó un poco más el delantero a la hora de explicar la elección del Villarreal como su nuevo destino. “Había otros equipos, pero el proyecto del Villarreal en Champions fue fundamental”, comentó Pato, que se encuentra en pleno proceso de adaptación y de conocer a sus nuevos compañeros de equipo, incluidos a los que serán competencia directa, como Roberto Soldado o Cédric Bakambu, aunque el brasileño evita hablar de competitividad. “Esto es una familia. Quiero jugar al lado de todos y hacer siempre lo que sea mejor para el equipo”, proclama.

Con ilusión y humildad. Así llega Pato a Villarreal dispuesto a aprovechar su nueva oportunidad en Europa. Si lo consigue, este Submarino puede dar mucho que hablar esta temporada. H