Pau Francisco Torres lleva camino de convertirse en un defensa de leyenda con la selección española. El joven central es un producto con genotipo y fenotipo cien por cien Villarreal. Vila-realense de pura soca y con raíces familiares en Almassora, por lo que sus genes son de la tierra. Y formado como futbolista desde sus inicios en la Ciudad Deportiva de Miralcamp. Sin duda, es un jugador hecho a imagen y semejanza de una escuela de fútbol que prima el buen trato del balón y unos valores íntimamente ligados al buen comportamiento dentro y fuera del campo. Solo ha conocido una camiseta en su carrera, salvo el paréntesis de su cesión al Málaga en Segunda A.

Estilo elegante

Su estilo de juego elegante y su planta de futbolista siempre le han hecho destacar en todas las categorías en las que ha jugado. Su eclosión definitiva se produjo la pasada temporada, la de su debut en Primera División. Es complicado que un defensa se adapte tan rápido y demuestre tanta solvencia desde el minuto 1 en el que Javi Calleja le brindó la oportunidad de ser titular en el Villarreal.

Su clase a la hora de organizar el juego del equipo desde la primera línea era una cualidad que se le conocía y en la que todavía ha progresado hasta alcanzar algo próximo a la excelencia. Al talento, Pau ha unido la agresividad y el carácter que han complementado su inteligencia táctica y su solvencia en el eje de la zaga, aspectos en los que Raúl Albiol, otro de los grandes centrales que ha dado el fútbol español, le ha ayudado enormemente. Hoy, Pau es indiscutible en el Villarreal y en la selección formando tándem con un zaguero legendario del fútbol mundial como es Sergio Ramos, el futbolista con más internacionalidades en la Roja.

Si hay una definición que describe al jugador y a la persona perfectamente es la que ofreció Luis Enrique hace unos días. No hay que añadir ni quitar, tan siquiera, una coma: «De Pau me gusta todo. Su personalidad a la hora de jugar, nosotros lo hacemos desde atrás y es una de sus mejores cualidades. Me gusta su sentido táctico a la hora de manejar la línea, cuando se debe presionar. Además, es alto, guapo y buen chaval... lo tiene todo». Y añadía: «Todos pueden mejorar en todos los aspectos, pero Pau ha demostrado que es un central que puede jugar en la selección al máximo nivel y durante muchos años. Lo está haciendo espectacular».

Además tiene estrella. Ya en su debut con la selección el 15 de noviembre de 2019 lo demostró en la goleada de España a Malta por 7-0 y en el que se estrenó como goleador. Desde entonces, ya ha disputado siete partidos con el combinado nacional. Con e l Villarreal disputó 34 partidos de 38 posibles en el curso pasado. Se perdió tres por lesión y uno por tarjetas en LaLiga, más dos en la Copa por idéntico motivo. Esta temporada ha jugado los 9 encuentros completos del torneo doméstico y solo ha entrado en la dosificación de esfuerzos de Emery en la Europa League .

Renovación

El Villarreal le renovó hace unos meses con el fin de atar a un jugador que tiene el destino marcado para firmar por un grande del fútbol español o europeo. Incluso, los 50 millones de su cláusula de rescisión parecen haberse quedado en calderilla a tenor de su progresión. Y la cifra es considerable, incluso, dependiendo del momento en que un club pudiera abonar su cláusula podría alcanzar los 65 si fuera en fechas próximas al cierre del mercado.

El Villarreal no tiene en mente regatear su precio. Pau ya no es una promesa. Es un futbolista top cuya talento enamora a la España futbolística. Sin duda, es el Beckembauer de Miralamp. Un cheque en blanco.