Pau Francisco Torres está a punto de rubricar las que pueden ser las dos semanas más mágicas de su todavía cortísima trayectoria deportiva. El defensa central del Villarreal prorrogó el pasado miércoles su compromiso con la entidad amarilla (hasta el 2024), recibió el viernes siguiente la llamada de la selección absoluta, marcó un día después su primer gol oficial con el primer equipo groguet —el único del conjunto amarillo en El Sadar— y dentro de cuatro días —o siete, si hay que esperar al segundo partido en Suecia— puede confirmar su debut con la Roja para entrar, de pleno derecho, en la historia del fútbol castellonense.

Si Robert Moreno da minutos al vila-realense en Oslo o Estocolmo, Pau ingresará en el selecto salón de la fama del fútbol provincial, ese al que solo han podido acceder, hasta ahora, otros once futbolistas nacidos en tierras castellonenses. El mérito se redobla si tenemos en cuenta que en los últimos 37 años y en todo lo que llevamos de siglo XXI tan solo tres jugadores han vestido la camiseta de España en partido oficial: Pablo Hernández, Bruno Soriano y Pablo Fornals. Únicamente los dos últimos han podido lucir sobre su pecho la estrella de campeones del mundo. Pau se dispone a ser el tercero.

DE SANCHO A PAU

A la espera de conocer el protagonismo que pueda tener el defensor del Submarino en los dos próximos encuentros de la selección española, menos de una docena de elegidos han colocado a la provincia de Castellón en lo más alto del fútbol internacional. Desde Agustín Sancho, uno de los pioneros de la Furia que nació en los JJOO de Amberes, en la década de los 20, pasando por Bertolí, Doménech, Canós o los más recientes Planelles, Saura, Pichi Alonso y Roberto, el fútbol castellonense había vivido un larguísimo paréntesis de ausencia en la selección absoluta. La mala racha se cerró en la Copa Confederaciones del 2009 con Pablo Hernández, un producto de la cantera del Rafalafena y que actualmente defiende al Leeds United en la Championship inglesa. Poco más de un año más tarde, Bruno Soriano se sumó a la corta lista que engordó un poco más el examarillo Pablo Fornals en el 2016.

NOVENO DEBUT DEL CLUB

Pau Francisco Torres espera celebrar con el bautismo internacional en categoría absoluta su renovación hasta el 2024 con la entidad amarilla, que se aseguraría unos ingresos de entre 50 y 75 millones de euros en el caso de que apareciera en el horizonte alguna oferta irrechazable para el vila-realense de 22 años. La entidad amarilla presume, además, de haber fabricado en su Ciudad Deportiva al séptimo futbolista que llega a la selección española por los méritos contraídos en el equipo amarillo. Antes de Pau, y en orden decreciente, Asenjo (2016), Borja Valero (2011), Bruno (2010), Diego López (2009), Cazorla (2008), Marcos Senna (2006), Guayre (2005) y Unai (2001) se ganaron ese derecho con sus actuaciones vistiendo la camiseta grogueta.