"¿Si convencí a la gente? No tengo que convencer a nadie, solo ayudar a mis compañeros y, por supuesto, al Barça". Paulinho, uno de los fichajes más controvertidos de los últimos tiempos en el Camp Nou, ha entrado con muy buen pie. En los tres últimos días, ha marcado dos goles. Uno al Getafe y otro al Eibar. Uno con un potente derechazo que dio tres puntos y otro con un soberbio cabezazo que provocó que el público azulgrana coreara su nombre.

Dos remates a portería en los dos últimos partidos, dos goles. Más eficacia resulta imposible. "Claro que estos goles facilitan mi integración y adaptación, pero lo más importante es que el equipo funcione", ha dicho Paulinho. Y el equipo funciona bien en la Liga: cinco partidos, cinco victorias, líder, 15 puntos de 15 posibles.

"Tengo que agradecer la forma en que he sido recibido por el vestuario del Barcelona, estoy impresionado por el cariño que me han dado, es un placer jugar al lado de Messi y de estos grandes cracks. Eso me da más fuerza", ha confesado Paulinho, quien ha recordado que el "la mejor forma de retribuir todo el cariño que he recibido es jugar con más voluntad y con más garra".