El mundo se fue a la mierda cuando cambiaron el horario de la Champions. No tengo pruebas pero tampoco dudas. Primero porque era un magnífico detector de impostores, de domingueros de la pelota, de aquellos que solo aparecen en las conversaciones futboleras cuando llegan los Barça-Madrid o las eliminatorias finales. Con lo bonito y fácil que era responder con un áspero y condescendiente ‘a qué hora va a ser, a la de siempre’ cuando preguntaban a qué hora se jugaba el partido esa noche, con lo bonito y fácil que era y nos lo quitaron con los horarios múltiples. Nos quitaron además la única certeza generacional que nos quedaba, que la Champions se jugaba a la hora de ‘siempre’, pero cambiaron el horario y ya solo falta que vuelva la peste.

Cuidado con la tendencia a los horarios tardíos, aviso, por otra parte. El Castellón jugó hace poco los play-offs

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