Con unos cuantos años menos en la piernas, seguramente Marcos Senna (Río de Janeiro, 17 de julio de 1976) estaría en estos momentos en el punto de mira de Javier Calleja, en este arranque de la temporada muy justo de mediocentros que, como el hispano-brasileño, era capaz de sostener por sí solo un centro del campo. «Más en la selección, en la extraordinaria etapa de Luis Aragonés, que en el Villarreal, donde casi siempre tenía al lado muy buenas ayudas», dice Senna, el baluarte de la medular de la Roja campeona de la Eurocopa del 2008, aquel grupo que transformó a una selección tradicionalmente considerada como perdededora en la gran dominadora del fútbol mundial durante los siguientes cuatro años. Como el recordado Aragonés en aquella etapa, Calleja también ha arriesgado con un solo mediocentro defensivo en los tres primeros partidos de Liga, la apuesta antes de la lesión de Cáseres, aunque los resultados no han sido los esperados.

¿Tan complicada de llevar a cabo es la idea del madrileño? «Lo importante es tener esa variante; y Calleja la tiene. El secreto es el trabajo. Aunque juegues con dos centrocampistas fuertes atrás, si no se esfuerzan todos se complica la cosa», destaca Senna, que opina que el Submarino está en buenas manos. «El entrenador tiene las ideas muy claras. Ya la pasada temporada demostró su personalidad y en su primer año como entrenador en Primera División nos metió de nuevo en la Europa League. La gente quiere resultados, por supuesto, pero también hay que valorar el trabajo que ha realizado para promocionar a los jóvenes futbolistas de la cantera. ¿Qué más le podemos pedir? Que siga en esta línea», explica Marcos Senna de la trayectoria del actual jefe del banquillo groguet. «Hay que darle tiempo».

EL PRECEDENTE DE PELLEGRINI

El mismo que tuvo Manuel Pellegrini. Desde su dilatada experiencia en el fútbol español, Marcos Senna sabe que esto del fútbol no es como empieza sino como acaba. Él fue uno de los hombres de confianza de Pellegrini en los dos primeros años del técnico chileno en el Villarreal. En el inicial (2004/2005), la primera victoria en la Liga se hizo de rogar hasta la sexta jornada, con únicamente tres puntos en las cinco primeras. El Submarino remontó hasta acabar tercero. En el segundo (2005/2006), el primer triunfo se hizo de rogar hasta el quinto partido (dos puntos en cuatro jornadas). El Villarreal fue, después, semifinalista de la Champions y, pese al esfuerzo europeo, acabó en plaza de Intertoto. «Entiendo que desde fuera pueda haber cierta preocupación por las expectativas que ha despertado la actual plantilla y por la buena temporada anterior, pero empezar mal ya nos ha pasado otras veces. Quedan 35 jornadas, todo un mundo por delante», recuerda.

LA IMAGEN DEL EQUIPO. «Si miras con lupa los partidos, no hemos estado mal. Los errores nos costaron las dos derrotas»

La apuesta por la paciencia dio sus frutos con Manuel Pellegrini, y esta parece que va a ser la línea con Javier Calleja, quizás el entrenador con el que el Villarreal ha estado más cerca del jogo bonito que se vivió con el actual técnico del West Ham. «Pellegrini no solo dejó una gran huella por los resultados, y Calleja es lo mismo, sigue el mismo camino. Ambos intentan que sus equipos hagan buen fútbol». Y, para Senna, la situación del actual Submarino —en plaza de descenso— no está acorde al nivel futbolístico demostrado en las tres primeras jornadas. «Si miras con lupa los tres encuentros, no hemos estado mal. Los errores puntuales nos costaron los dos partidos de casa y faltó fortuna cara a gol», algo que llama la atención cuando «tenemos una de las mejores delanteras de España y del mundo», valora el actual embajador del club amarillo, convencido de que cuando se consiga el primer triunfo —«todos, jugadores y entrenador, esperan que llegue ya el próximo partido de Leganés»— cambiará la decoración.

Pero no solo los marcadores están jugando en contra del Villarreal en este inicio de temporada. Los problemas físicos, acumulados en esa parcela central de la medular que Marcos Senna conoce tan bien, están complicando a Calleja. «Ya hemos pasado malas rachas, incluso peores que la actual» —Santi Cáseres estará un par de meses fuera y Bruno sigue a la espera de confirmar su regreso, al igual que Javi Fuego, otro de los pivotes defensivos que se encuentra en la enfermería—.

EL ÚLTIMO REFUERZO

«Además, que los resultados no acompañen, como está sucediendo, hace que la gente se acuerde todavía más de los que no están», comenta el hispano-brasileño, convencido de que la llegada de Manuel Iturra ayudará a solventar la papeleta. «Necesitamos jugadores como él. Me gusta lo que le he visto. Tiene mucho pulmón, sube y baja, roba balones y, además, es bueno con el balón en los pies», analiza Senna al último fichaje de la entidad amarilla.

EL SISTEMA. «El secreto es el trabajo; aunque juegues con dos pivotes si no trabajan todos la cosa se complica»

El siguiente paso para dar más empaque al centro del campo será el regreso de su amigo Bruno Soriano, que la pasada semana dio otro gran paso para dejar atrás las sombras de los últimos 15 meses disputando sus primeros 20 minutos en el amistoso del primer equipo ante el filial: «Para todos los que formamos parte del club ha sido una gran alegría poderle ver en acción aunque solo sea unos pocos minutos. Esperamos que poco a poco pueda ir metiéndose en el equipo».

«A CAZORLA LE VEO FELIZ»

Senna celebrará el regreso del capitán de la misma forma que lo ha hecho con el de otro excompañero con el que compartió alguno de los mejores momentos de la historia del club, como las semifinales de Champions ante el Arsenal o el subcampeonato de Liga de la temporada 2007/2008, «para mí con valor de títulos», admite. «A Santi [Cazorla] le veo muy bien... y feliz. Cuando un jugador se siente feliz tiene su reflejo en todos los aspectos, el físico, la técnica... Es un diez dentro y fuera del campo. La camiseta 19 —la que vistió Senna ininterrumpidamente durante sus 11 temporadas en el Villarreal— no podía estar en mejores manos».