El guardameta inicia desde el fondo, mientras los centrales adoptan un posicionamiento abierto, los laterales se sitúan a una altura superior y uno de los volantes centrales baja a hacerse cargo de la primera recepción; la pelota se cuida desde el nacimiento de la jugada porque cuanto más limpia sale desde al área propia más limpia llega a la rival. Es la estética cadena de montaje del Rayo que se encontrará mañana el Villarreal en Vallecas, cuyos eslabones se interrelacionan entre sí y en la que hay dos mandamientos innegociables: es obligatorio realizar todas estas acciones a ras de suelo y queda terminantemente prohibido pegar un balonazo a la aventura. Bienvenidos a la filosofía intransferible de Paco Jémez.

En esta recta final solo hay una variación reseñable en el cuadro de Vallecas: la baja de Jozabed (ahora duda), su mejor jugador de la temporada, que ha hecho prescindir a Jémez de la posición de enganche en su habitual 4-2-3-1, mutando a un 4-4-2. En la fase defensiva, sin novedad; la línea de cuatro muy avanzada presionando en bloque. El Rayo es un equipo que no otorga un momento de paz al adversario. Pero, al ser plenamente ofensivo, si pierde el balón puede quedar a la intemperie en los retornos defensivos; cualquier error pasa factura.

Su once // No hay zurdos en su alineación habitual. Juan Carlos sabe jugar el balón con los pies y es solvente en el mano a mano; menos fiable en sus salidas por alto. En los laterales, Nacho, un interior reconvertido con buen manejo de pelota; Tito es constante y solvente en la marca y suma en ataque, aunque sufre en defensa. En el eje, Zé Castro, aseado con el balón y que ha mejorado su intensidad defensiva; Crespo es rápido y anticipativo.

En el doble pivote, la baja de Baena puede ser cubierta por Llorente, central o medio joven, de grandes facultades físicas y con calidad técnica. A veces comete errores por exceso de confianza. Trashorras es el ideólogo, el jugador que maneja los tiempos y decide la dirección del juego; gran dominador de balón y de todo tipo de pases. La banda derecha es para Pablo Hernández, en gran momento físico y de juego, que apoya el juego interior creando superioridades; Bebé es potente en las conducciones y atesora una gran técnica de centro y golpea el balón con potencia.

Arriba, Javi Guerra, con mucho oficio en los desmarques, olfato de gol y facilidad de remate. Miku es hábil con el balón en los pies, aporta movilidad y mantiene una buena relación con el gol. H