Solo solo un día después de la renovación de Piqué, el Barça cerró la de Sergi Roberto. Era el asunto más urgente que tenía el club para asegurar la continuidad de uno de los futbolistas que estaba en peligro de ser fichado por las asequibles condiciones económicas de su contrato —por debajo de la media— y de su cláusula: apenas 40 millones de euros, la más baja de la plantilla a excepción de Deulofeu (20 millones).

Sergi Roberto es a partir de ahora uno de los más cotizados de la plantilla, al menos en la valoración de sus servicios que hace de él el Barça. Su precio ha subido espectacularmente de los 40 a los 500 millones de euros. En la línea de los blindajes de acero que caracterizan las últimas renovaciones desde que se marchara Neymar por 222 millones. Cada vez con mayor frecuencia, los clubs traspasan la barrera de los 100 millones. El Barça, sin ir más lejos, lo ha hecho dos veces, con Coutinho (120) y Dembélé (105).

El polivalente futbolista, que en el primer equipo ha actuado ya en siete demarcaciones distintas, era un caso prioritario. Por el precio que tenía en el mercado y porque el contrato expiraba en el 2019, como Deulofeu, Mascherano y Vermaelen. El Barça lo ha ampliado hasta el 2022, igual que los de Piqué y Ter Stegen y Semedo y Dembélé, fichados el pasado verano. La cláusula es la misma que la de Piqué (500 millones), renovado el jueves, solo por debajo de Messi (700) y por encima de Coutinho y Dembélé (400).

Asegurada la permanencia de Sergi Roberto, el siguiente objetivo azulgrana será mejorar el contrato y la cláusula de Samuel Umtiti. El defensa francés está tasado en 60 millones, un precio accesible en la Premier. El Manchester City ha invertido cifras similares por sus defensas. El Liverpool inauguró el mercado invernal pagando 85 por otro central, como el holandés Virgil van Dijk.

Rafinha, al Inter de Milán

Sin embargo, con dos fichajes culminados como Coutinho y Yerry Ina, que ya ha recibido el tránsfer, y las renovaciones de Piqué y Sergi Roberto, el Barça se centrará en resolver los traspasos de los jugadores que no interesan. También ha concretado dos bajas, puesto que tras la marcha de Arda, ayer se concretó la de Rafinha al Inter de Milán.