El Peñíscola tuvo que sufrir desde los primeros momentos de partido ante el Navarra. Iker López evitó en el segundo minuto hasta tres ocasiones de los de Tudela, la más clara un paradón desde el suelo alzando el brazo derecho para evitar el gol de Ferrán Plana a bocajarro.

Iván Rumbo tuvo la primera de los peñiscolanos en el tercer minuto e, instantes después, Juan Carlos intentó sorprender a Molina desde su campo. Las ocasiones más claras llegaron a partir del sexto minuto. Marquinho remató al poste en una rápida contra, Molina le sacó un mano a mano a Esteban; y Juan Emilio se topó con la madera.

Esteban anotaría el primer gol del partido en el ocho. Una jugada colectiva de los de Cani, en la que intervinieron todos los jugadores sobre la pista, acabó con un pase dentro del área de Marquinho a Esteban que, llegando desde atrás, reventó la pelota en el travesaño interior de la portería.

El marcador no se movió más hasta el descanso, aunque el Aspil Vidal Ribera Navarra pudo empatar en un par de ocasiones de Pedro, que no llegó al remate, y de Ferrán Plana, que se topó con Iker.

En el inicio de la segunda parte los visitantes pasaron a dominar más la posesión pero sin grandes ocasiones en ninguno de los dos bandos. La mejor la tuvo Míchel en el Peñíscola, marchándose hábilmente de Luisma para, solo en la frontal del área, chutar al poste.

El partido se endureció y los intentos visitantes apenas causaban peligro en la portería local. Mientras, los peñiscolanos buscaban el segundo gol en contras. Molina evitó en el minuto 32 y 34 dos oportunidades de Juan Emilio y Esteban.

A solo cuatro minutos del final Hamza salió portero-jugador y el conjunto de Pato sacó provecho a la primera. Un barullo dentro del área terminó con el remate sobre la línea de David para empatar el partido. Con las tablas, el Peñíscola se fue arriba aunque sin el ataque de cinco y Míchel, en el 39, de jugada personal, remató cruzado un tiro raso que entró ajustado al poste de la portería de Molina. Ahí murió el partido, aunque Rubí probó un zapatazo que acabó estrellando la pelota en el larguero.