Pep Guardiola y José Mourinho cruzarán de nuevo sus caminos a ocho mil kilómetros de la avenida de los fotógrafos. La transitada Deansgate, una de las calles con más vida de Manchester, es el hogar de los que no duermen esperando la instantánea de un encuentro casual, predecible y seguramente incómodo entre catalán y portugués. No será allí, sino en una de las ciudades más pobladas del mundo.

En Pekín nadie espera tropezarse con un vecino. Las lluvias torrenciales de los últimos días en la capital china casi impiden el duelo, que salvo inclemencia de última hora se disputará este lunes en el Estadio Olímpico (14:00 h). En el Nido del Pájaro, Pep y José, encerrados durante noventa minutos.

La programación de un derbi de Manchester a estas alturas podría parecer una imprudencia. Las plantillas no están acabadas y ambos entrenadores usarán futbolistas a quienes no recurrirán en el futuro. El United tiene a Zlatan Ibrahimovic de vacaciones y Paul Pogba aún no ha estampado su firma.

John Stones y Leonardo Bonucci siguen llamando cada día insistentemente a las oficinas del City, ilusionados con trabajar para Guardiola, que aún carece de su anhelado central. Sin embargo, los clubs no sienten que hayan facilitado una pronta oportunidad de incendio, sino más bien se enorgullecen de celebrar un evento comercialmente insuperable.

Mourinho vive en controversia. No estará a disgusto. A Guardiola sí le puede importunar un poco el partido, pero no a su club. El City está encantado con los contratos publicitarios acordados en torno al derbi, para el cual no quedan entradas (91.000 espectadores). Los altos dirigentes de la entidad sostienen que las relacionesinstitucionales con el Manchester United son inmejorables.

NEGOCIOS COMUNES

A diferencia de otros ambientes, como la liga española, en la Premier League prima lo económico sobre lo sentimental. Cuando se celebran reuniones entre máximos ejecutivos, un 95% por ciento del tiempo se dedica a negocios comunes y fórmulas para favorecer al conjunto de la liga. Una de las últimas decisiones fue prescindir del banco británico Barclays como sponsor de la competición tras 15 años de relación. De ahora en adelante cada club puede buscarse el socio financiero que considere oportuno.

Situaciones polémicas del juego, un determinado arbitraje o una hipotética batalla dialéctica entre Mourinho y Guardiola no son factores que puedan enemistar a United y City. Desde el club celeste se normaliza una situación cuyo desenlace suena repetitivo. Creen que el portugués pasará al ataque de forma sibilina y que Pep hará todo lo posible por no contestar. Hasta que un día, al límite, acabe por responder, al estilo de su estampida en la sala de prensa del Bernabéu en abril de 2011.

Futbolísticamente el City llega con un partido menos de preparación, tras la derrota contra el Bayern (1-0). Agüero, Hart, Nolito, Otamendi y Sterling se han incorporado a la gira, aunque es presumible que Guardiola continúe utilizando a los más jóvenes. "Pablo Maffeo y Angeliño Tasende jugaron de forma increíble. Necesitamos que jueguen", sentenció el técnico catalán tras su estreno.

Maffeo (19 años, Sant Joan Despí) y Angeliño (19 años, Coristanco, A Coruña) impresionaron en los laterales. El primero diestro y el segundo zurdo. Uno sobrio y el otro ofensivo. Su progresión podría frenar la llegada del gunner Héctor Bellerín, cuyo interés del club celeste es una realidad. El exazulgrana ve con buenos ojos la posibilidad de unirse a un club ganador, bajo la tutela de Pep y con la complicidad de Mikel Arteta, quién ejerció de referente y apoyo indispensable durante sus primeros pasos en el Arsenal y en la vida londinense.

Los pupilos de Mou, que vencieron primero al Wigan (0-2) llegan tras una sonora derrota en Shanghái contra un Borussia Dortmundmás rodado (4-1). Con Rooney, Martial y compañía aún inéditos, el luso probó su famoso 4-2-3-1 y se resguardó más tarde con tres centrales. El armenio Henrikh Mkhitaryan fue el goleador red devil y su jugador más incisivo. De Eric Bailly ha quedado demostrada su capacidad física y su ímpetu por hacerse un nombre, pero con el balón en los pies se mostró algo confuso.

EL FUTURO DE TOURÉ

Precisamente de Shanghái llegó una de las ofertas más importantes por Yaya Touré este verano. Su lenguaraz agente Dimitri Seluk le había situado en la puerta de salida, pero la voluntad del futbolista a día de hoy es continuar en Manchester. Aunque el marfileño podría cambiar de aires de forma repentina, Guardiola le ha aceptado en el grupo con la condición de que rebaje su peso y presente unas condiciones físicas óptimas. Su calidad no está en duda. A sus 33 años, la posición que ocupaba en el centro del campo de Pellegrini es prohibitiva. Pep está valorando si ubicarle en una parcela más ofensiva, como la que ocupó en el Allianz Arena, o resituarle de central, como ya hiciera en las finales de Champions League y Copa del Rey de 2009 con el Barcelona.

"En pretemporada no gana el mejor equipo, sino el que está en un estado de preparación más avanzado". La frase es de José Mourinho. La importancia del resultado de es relativa. No hay puntos en juego. La International Champions Cup tiene solo nombre de trofeo, pero aunque no lo sea la competitividad entre Pep y José es innegociable. Sea un amistoso en China, una final de FA Cup o en una carrera atropellada en Deansgate para llegar antes al taxi que les proteja de los flashes.

Reencuentro tres años después

La última vez que empezaron un nuevo proyecto, Pep Guardiola y José Mourinho también compartieron verano. El 30 de agosto de 2013, en el estadio Eden Arena de Praga y recién aterrizados en el Bayern de Múnich y Chelsea respectivamente, el técnico catalán se llevó la Supercopa de Europa en los penaltis (2-2, 5-4). Fue un clásico duelo de estilos. Los de Mourinho sacando de su libreta jugadas de contraataque, aprovechadas por Fernando Torres y Hazard. El Bayern dominó la segunda mitad a través del balón, forzando la expulsión de un Ramires pasado de vueltas. En el último suspiro un tanto de Javi Martínez condujo la final a la muerte súbita. El ariete belga Romelu Lukaku fue el único que erró su lanzamiento. La reacción de Mourinho, dolido tras la derrota, fue cederle al Everton al día siguiente