La fama de ser una de las ciudades más peligrosas del mundo se está confirmando en Río de Janeiro. Los incidentes son frecuentes, hasta el punto de que no es difícil encontrarse en medio de un tiroteo a pesar de tomar todas las precauciones.

Eso es lo que les ha sucedido en la mañana de este sábado, primer día efectivo de los Juegos, a los enviados especial de 'Mundo Deportivo', David Llorens y Joan Justribó, y al colaborador de 'La Vanguardia', Carlos Martín, cuando en compañía de otros periodistas finlandeses, rusos y brasileños estaban esperando el autobús que les debía transportar desde el alojamiento a las sedes olímpicas correspondientes.

El sonido de varios disparos en la cercana favela de Jacaré, al otro lado de la carretera, les ha obligado a refugirse, cuerpo a tierra, detrás de un coche, siguiendo las alarmantes instrucciones del conductor. Los disparos han proseguido y, en un momento de más calma, los reporteros han podido correr a refugiarse en la entrada de un centro comercial.

Al parecer, los disparos procedían de la Policía, que estaba interviniendo en unos disturbios provocados en la cercana favela, situada en la zona de Barra de Tijuca, no muy lejos del centro neurálgico de los Juegos, el Parque Olímpico.

“Nos han dicho que tengamos paciencia y estemos bien resguardadados. Que aquí en Río es algo habitual y que en estas situaciones mejor ser precavido para evitar una bala perdida”, han contado los enviados especiales catalanes, que poco después pudieron tomar el autobús para seguir con su labor profesional tras en enorme susto vivido.