Primero, fue Leo Messi. Ahora ha sido Gerard Piqué. Ambos capitanes han coincidido en revelar la fractura que existe entre la plantilla y la directiva del Barça. Una fractura sustentada en varias razones. Para Leo, el primer capitán, porque dudó de que la junta de Bartomeu hubiera dedicado realmente todos sus esfuerzos para que Neymar regresara al Camp Nou como deseaban las vacas sagradas, usando la terminología cruyffista, del vestuario. «No sé si la junta hizo todo lo posible», llegó a decir el 10.

Quiso el central lanzar un aviso a la junta. Quiso, además, que los directivos supieran que ellos también saben de dónde vienen las filtraciones sobre el excesivo poder que tienen los jugadores en la gestión del club azulgrana, trascendiendo incluso los límites deportivos. Un poder que, curiosamente, han ido ganando por la inacción de los directivos.

NO AGRESIÓN // Piqué parecía, por un lado, conciliador reclamando «unidad», algo que, curiosamente, ya había hecho hace un mes tras el empate en Pamplona (2-2), pero, al mismo tiempo, el tono de su voz invitaba a un aviso. Un aviso al palco. «No queremos conflictos. Cuando dos no se quieren enfadar no hay discusión», puntualizó el central catalán.

«Debemos estar juntos para no hacernos daño», recalcó después en un claro mensaje hacia la junta, además de destapar las afinidades que mantiene con ciertos medios de comunicación. Medios a los que Piqué, cuidadoso en el uso de las palabras en su aparición en el Coliseum Alfonso Pérez, no citó en concreto.

«Sabemos cuáles son los diarios afines al club y hay artículos, a pesar de que estén firmados, que sabemos que los ha escrito otra persona», reveló uno de los capitanes del Barça, profundizando aún más en la fractura abierta.

El club calla, consciente de que es una herida que viene de lejos. Hace poco más de un año, coincidiendo con el Mundial de Rusia, fue el propio Piqué quien explicó que el presidente Bartomeu le había llamado por teléfono tras la emisión del famoso documental en que Griezmann anunciaba que no venía al Barça. Ahora sí está el francés. Pero Neymar, no.